Desde el pasado jueves, 12 de marzo, Nicolás Maduro le salió al frente a la llegada de coronavirus a Venezuela. Declaró al sistema de salud pública en emergencia nacional, sirviendo la mesa para que horas más tarde su vicepresdiente ejecutiva, Delcy Rodríguez, confirmara los dos primeros casos de Covid-19 en el territorio nacional.
Desde entonces, el Puesto de Comando Presidencial ha sido el único canal oficial para informar al país las cifras y medidas decretadas en la nación petrolera en torno a la pandemia, situación que para Daniel Varnagy, politólogo, resulta un “resurgimiento” en el ejercicio del poder fáctico y efectivo de quien ocupa el Palacio de Miraflores.
Para el doctor en ciencias políticas de la Universidad Simón Bolívar, la crisis por la pandemia del nuevo coronavirus en Venezuela ha evidenciado la separación entre el poder “simbólico” del presidente (E) Juan Guaidó y el “de facto”, liderado por Nicolás Maduro.
“Claro que Maduro ha tenido el poder fáctico, pero era inefectivo. Se ha vuelto efectivo y ha tomado las decisiones que se han tomado en otros países del mundo” para combatir el Covid-19, apuntó.
En este sentido, en un reportaje de Voz de América, el experto en la materia, Victor Maldonado, reconoció que Maduro tiene el control territorial de Venezuela y “el monopolio ilegítimo” de la fuerza.
Según Maldonado, la pandemia sorprende tanto a Maduro y su régimen como a Guaidó y al Parlamento como “dos opciones políticas exhaustas”.
Sostiene que la ciudadanía no acata las medidas restrictivas, anunciadas por el Ejecutivo, necesariamente como un reconocimiento tácito de su gobierno, sino como un ejercicio de sentido común.
A juicio del también politólogo Jesús Castillo Molleda, la pandemia favoreció que en Venezuela hoy ni siquiera exista debate sobre quién es el presidente de la República.
“Quien lleva el control es Nicolás Maduro con su equipo de ministros y colaboradores, con sus 19 gobernadores, sus 308 alcaldes, las estructuras de las fuerzas armadas, las milicias, las organizaciones comunitarias”, indicó.
¿GUAIDÓ EN CUARENTENA?
Varnagy consideró que Juan Guaidó no tiene capacidad de oficio ni movilidad en términos de acción política durante un evento tan mayúsculo como el combate a una pandemia en Venezuela.
“El (poder) simbólico es un poder diplomático, sin discusión, pero no tiene ningún tipo de poder fáctico y no tiene convocatoria”, evaluó el analista, en entrevista para VOA, en referencia a la reducción de la participación popular en las marchas y concentraciones recientes convocadas por Guaidó.
Para Castillo Molleda, la acción política de Guaidó ante el virus chino ha sido “invisible”.
Valoró sobre este tema que la cuarentena rindió frutos políticos temporales a Maduro en momentos cuando sus opositores buscaban atizar la movilización en su contra. “Opacó, apagó y calmó todo el proceso que venían intentando Juan Guaidó y la oposición política venezolana de volver a encender las calles de Venezuela”, analizó.
Luis Salamanca, politólogo y profesor de la Universidad Central de Venezuela, señaló que Maduro, ante el Covid-19, encara su desafío político más grande desde la asunción de Guaidó en 2019.
Catalogó de “prudente” la postura de Guaidó ante la emergencia . “No tiene capacidad de ejecución en Venezuela y, por tanto, no puede estar ofreciendo soluciones sobre el coronavirus, porque el que tiene el control de facto en el país es Maduro”, explicó
¿POBLACIÓN INMUTABLE?
Según Varnagy, las medidas de control social anunciadas desde el Poder Ejecutivo tendrán su contracara. Estimó que el pueblo no olvidará, sino que reforzará su convicción de que el sistema político que lidera Maduro y, antes de él, Hugo Chávez, es el responsable del estado del sistema de salud.
Entre tanto, Maldonado recalcó al madurismo como responsable de la “debacle” de la salud pública. Al mismo tiempo, resaltó el fallido intento del presidente de la Asamblea Nacional de reconectar con la gente en las calles.
Este último, señaló que Maduro enfrentará pronto “la tragedia” de la devastación de hospitales, la insuficiencia de medicinas, la precariedad de los servicios médicos y públicos del país.
“La realidad es la ruina. El régimen tiene en el corto plazo las de perder cuando se declare la emergencia hospitalaria por el porcentaje de casos que no podrá atender sin ayuda internacional”, expresó.
Salamanca, por su parte, prevé que la cuarentena de la población pospondrá de golpe el conflicto social en el país, pero se pregunta hasta cuándo será efectiva, dadas las privaciones sanitarias y humanitarias.
“A lo mejor, el coronavirus genera sus propias protestas. Hay demasiadas carencias y poco nivel de capacidad para repeler (la pandemia)”, subrayó.
Salamanca anticipó que el arribo del nuevo coronavirus a un país “socialmente riesgoso y lamentable” se antoja como un escenario sin precedentes que puede generar un “coctel explosivo”.
“Maduro está buscando aprovechar esta crisis para sacarle partido político. Dependerá de cómo termina el ciclo del coronavirus. Lo más seguro es que la crisis humanitaria se agudice”, diagnosticó.(Venepress)
