Varios representantes de la oposición política en Venezuela rechazaron, igual que el Gobierno, la irrupción de la Policía Nacional de Ecuador en la Embajada de México en Quito, de donde sacaron a la fuerza al exvicepresidente Jorge Glas, quien había recibido asilo político por parte del Ejecutivo mexicano.
Los exdiputados Andrés Velásquez y Juan Pablo Guanipa, aliados de la líder opositora María Corina Machado, expresaron en X su repudio a este procedimiento que se saldó con la detención de Glas, sobre quien pesa una orden de prisión preventiva por un caso de presunta corrupción por el que está actualmente procesado.
«Las diferencias ideológicas que se tengan con el Gobierno mexicano son irrelevantes ante este caso. Asaltar su Embajada es injustificable y deja un terrible precedente», consideró Guanipa, mientras que Velásquez condenó el «vandálico acto de asalto» de la sede diplomática.
Por su parte, el exgobernador César Pérez Vivas lamentó que un Gobierno «elegido popularmente violente los principios fundamentales del derecho internacional», y llamó a dejar a un lado «los infantilismos políticos», en respuesta a quienes justifican lo ocurrido en Quito debido a diferencias ideológicas con el Ejecutivo mexicano.
Asimismo, los candidatos presidenciales José Brito y Juan Carlos Alvarado, ambos críticos de la oposición mayoritaria, condenaron la irrupción policial, tras la cual el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, suspendió las relaciones con Ecuador.
«Esta acción es una deriva de autoritarismo inadmisible en la región, por lo que reclamamos que todos los países llamados democráticos del continente la condenen enérgicamente», sostuvo Alvarado, quien pidió un pronunciamiento al respecto del secretario general de la Organización de Naciones Unidas, António Guterres.
Aunque Machado no ha hecho comentarios sobre lo ocurrido en Quito, su partido, Vente Venezuela (VV), difundió en redes sociales el comunicado de la Cancillería argentina en el que el Gobierno de Javier Milei condenó la irrupción policial en la sede diplomática mexicana.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, también condenó el hecho, que tildó de actos fascistas, y manifestó su respaldo a la Administración de López Obrador, su aliado político.
Policías ecuatorianos treparon por los muros de la sede diplomática mexicana para capturar a Glas, que -entre 2017 y 2022- pasó cerca de cinco años en la cárcel por dos condenas por delitos que él rechaza, al considerarse víctima de una persecución política.
Caracas / EFE
