Rene Núñez Rodríguez
Una de las democracias más longeva y funcional del mundo es la de los Estados Unidos de América. Su constitución data del 17 de septiembre de 1787 con sus 7 artículos y sus 27 enmiendas posteriores. La define como un sistema representativo y federal con tres poderes públicos autónomos e independientes, garantes del equilibrio administrativo; donde el presidente (rama ejecutiva) se elige para un periodo de 4 años con una posible reelección única. El país lo integran 50 estados autónomos en su régimen interno.
Existen 5 toldas políticas constituidas: el partido Republicano, el partido Demócrata, el partido Verde, el partido Constitucional y el partido Libertario. Los dos primeros tienen el 95 % de la representación territorial.
El martes 3 de noviembre de 2020 se realizará las 59 elecciones presidenciales en Estados Unidos El sistema electoral está basado en 530 votos electorales divididos en 50 estados y el Distrito de Columbia. Cada elector tiene un voto por cada uno de sus miembros en el Congreso, uno por cada legislador de la Cámara de Representantes (en proporción por la población estatal), y uno por cada Senador (2 por cada Estado). Un candidato necesita la mitad mas uno de los votos electorales (270) para llegar a la presidencia.
Puede suceder y así ha ocurrido en cuatro oportunidades, que un presidente gana con los votos electorales sin triunfar en los comicios populares. El último fue Donald Trump cuando fue elegido por 304 votos electorales contra 227 votos de la demócrata Hillary Clinton. Clinton obtuvo 65.853.516 votos populares (48,18%) y Trump (62.984.825 (46,09%); el actual presidente obtuvo la victoria porque triunfo en 30 de los 50 estados; asegurándole los votos suficientes en el Colegio Electoral.
Los dos grandes partidos suelen hacer primarias con debates para elegir su representante presidencial. A menos que el partido de gobierno decida apoyar la reelección del presidente en ejercicio.
En esta ocasión, los demócratas justo andan en ese proceso que se inició con 15 candidatos postulantes y que ahora después de 11 debates, 10 de los 15 renunciaron por no contar con el respaldo suficiente de los votantes. Los dos demócratas con mayores opciones que quedan son: Joe Biden y Bernier Sanders. El multi millonario Michael Bloomberg, ex alcalde de Nueva York quien se creía podía ser uno de los favorecidos por los electores, acaba de dimitir a su nominación y apoyar a Biden.
Por el lado de los republicanos no hubo necesidad de primarias porque optaron por la reelección de Donald Trump.
Las encuestas de febrero de este año según CNN, Trump aparece ganador con un 54% respecto a un 41% como perdedor. En diciembre 2019, el 81% de ese último grupo decía que Trump perdería, ahora, solo lo piensan un 67%. Mientras los que ven ganador al actual presidente, el apoyo se ha mantenido estable (88% ahora, contra 85% en diciembre).
Las fortalezas políticas que estarían favoreciendo a Trump son: 1. Los resultados macro y microeconómicos de su gestión de 4 años (7 de cada 10 ciudadanos norteamericanos los reconoce. 2. El logro del autoabastecimiento nacional de petróleo con recursos propios y haber convertido a EU en uno de los grandes productores y exportadores de petróleo del mundo. 3. La recuperación de la autoridad y credibilidad en el mundo de EU como primera potencia.
Las estrategias de la campaña de los demócratas no han sido tan asertivas como lo estimaban en sus inicios. Mencionamos, algunas de ellas: 1. La férrea oposición hecha en el Congreso para impedir la aprobación del presupuesto para la construcción del Muro en las fronteras con México; una de las promesas de Trump a los electores en la pasada contienda con la finalidad de controlar el flujo migratorio ilegal. 2. El ofrecimiento de solucionar el problema de todos los 11 millones de inmigrantes indocumentados en el país. 3. El ofrecimiento de seguros médicos a las mayorías no protegidas por el Estado. 4. El “Impeachment vs Trump” (fallido) introducido ante el Congreso. Quiero señalar que mientras este proceso de destitución estuvo abierto, en nada afectó el apoyo y credibilidad del jefe de la Casa Blanca. Con este juicio se pretendía culpar a Trump por haber solicitado al presidente de Ucrania investigar los fondos logrados supuestamente de manera irregular por el demócrata Biden, a cambio de apoyo económico de su gobierno.
“La democracia no es el silencio, es la claridad con que se exponen los problemas y la existencia de medios para resolverlo” (Enrique Múrgica Herzog)
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