Ante la frialdad general hacia su ‘Plan de la Victoria’, que pide ayuda militar urgente para forzar a Rusia a negociar una paz que no implique la cesión de territorios ucranianos, el presidente Volodímir Zelenski ha planteado abiertamente por primera vez desde el comienzo de la guerra la posibilidad de negociar con Rusia una tregua parcial que rebaje la intensidad del conflicto.
“Nosotros no atacamos su infraestructura energética y ellos no atacan la nuestra. ¿Podría llevar esto a un final de la fase caliente de la guerra? Yo pienso que sí”, dijo Zelenski la semana pasada en un encuentro con periodistas.
Según han publicado esta semana medios anglosajones que citan fuentes conocedoras del proceso, representantes de Ucrania y de Rusia ya habrían iniciado contactos para este cese de los ataques mutuos contra objetivos relacionados con la energía que daría garantías a Kiev de afrontar el invierno sin nuevos bombardeos a sus centrales eléctricas y pondría fin a la destrucción con drones ucranianos de refinerías rusas.
Estas conversaciones para una tregua en este capítulo serían la reanudación de un proceso que ya se habría dado este verano con la mediación de Catar, que sigue facilitando los contactos, y que descarriló, según se dijo en su momento, debido al comienzo a principios de agosto de la operación transfronteriza ucraniana en el óblast ruso de Kursk, donde Kiev controla una parte del territorio.