Hoy 19 de octubre es un día de enorme trascendencia para el devenir de los venezolanos. La Iglesia Católica canoniza a la religiosa Carmen Rendiles y al doctor José Gregorio Hernández, colocándolos como modelos y referentes universales e incorporándolos a sus fiestas litúrgicas: la primera, el 9 de mayo, y el médico de los pobres, el 26 de octubre, desde ahora y para siempre. Fecha esperada, pues, por nuestro pueblo católico y por todos los venezolanos, sin distingo.
A la Santa Madre Carmen Rendiles se le reconoce fundamentalmente su inquebrantable fe y amor a Dios, su perseverancia para superar sus limitaciones, fortaleza ante las adversidades y su dedicación al servicio religioso y a la educación. A San José Gregorio Hernández sus virtudes heroicas, su bondad y consagración al servicio de los demás, en especial a los pobres.
La canonización de la Madre Carmen Rendiles y de José Gregorio Hernández, mucho más allá de las solemnes ceremonias y las actividades festivas, tiene que ser el punto de partida para transitar por los caminos que conduzcan al desarrollo humano integral que propuso el papa Francisco en su Carta Encíclica Alabado seas y al encuentro fraterno que clamó en esa otra formidable Encíclica titulada Todos hermanos.
En esta fecha tan señalada, El Nacional acompaña el sentir de los venezolanos, amantes de la paz, de festividad contagiosa para celebrar en familia y en sus comunidades ejemplos de vida, como los de José Gregorio y la madre Carmen Rendiles, que hacen completa la existencia en el acto de dar apoyo, esperanza y fraternidad.
El Nacional
