El número dos del chavismo, Diosdado Cabello, anunció que una manera de fortalecer el bolívar, es por medio del trueque, debido al creciente uso del dólar como moneda de pago.
“Vas a comprar algo ahorita, no, eso vale, te lo dicen así, cinco dólares hoy (…) la semana que viene vale ocho”, denunció y se preguntó “¿a cuenta de qué una inflación en el dólar?”
Cabello asumió que el uso del dólar ha hecho que se encarezcan los precios, por lo que insta a usar el trueque como una medida de adquirir productos.
Aunque este declaración la hizo recientemente, el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), volvió al año 2006, cuando el fallecido expresidente, Hugo Chávez, prometió impulsar esta medida económica.
“Debemos impulsar el trueque, he ahí un mercado, un mercado que bien puede ser reactivado a través del trueque y no la moneda (…) Vamos a romper esa maldición, ese es el capitalismo, vamos a combinar un mercado que se base, bueno, en el valor de cambio pero vamos a acompañarlo con el valor de uso, vamos a reinventar el mercado indígena aborigen que era el trueque, ellos no tenían monedas”, mencionó Chavez.
“El socialismo que estamos comenzando a construir es distinto, se basa en la solidaridad, por eso es socialismo (…) Debemos impulsar el trueque: he ahí un mercado, un mercado que bien puede ser reactivado a través del trueque y no la moneda”, añadió.
Algo que no se debe olvidar es que para 2003, hubo ciertos factores de cambio, impuestos por el gobierno venezolano, que para el día de hoy ha traído consecuencias.
Estos son:
El control de cambio
El control de precios
Empezaron las restricciones legales al acceso a las divisas
Actualmente, la hiperinflación está consumiendo el día a día de la población y debido a la escasez de efectivo y para aquellos que no posean moneda extranjera, el trueque se volvió la principal forma de adquirir productos, principalmente de medicamentos y alimentos.
Este hecho, no comenzó, pero si proliferó en el año 2015.
Para el momento, ya era difícil que la población pudiera encontrar los productos básicos para su subsistencia, pero debido a las colas interminables, por número de cédulas – para saber el día en que podías asistir -, la crisis resaltó en los venezolanos, la involución.
Recordemos que los mercados asistían a las personas que se encontraban en la norma para comprar los productos que se estaban vendiendo en el día, el cual se cambiaba diariamente, es decir, un día podía haber harina, pasta y aceite, mientras que otro era mayonesa, mantequilla y azúcar.
Dado que era bastante complicado obtener todo la mismo tiempo, las personas comenzaron a comprar – de más- para hacer intercambios con otros compradores y así poder tener una “variedad” en sus hogares.
“Te cambio esta harina por una mantequilla”, es lo que afuera de muchos supermercados se escucharon.
El presidente Nicolás Maduro, en diciembre de ese año, mandó a imprimir 10 mil millones de billetes de sus divisas, doblando así los billetes en circulación en el país, pero no hizo nada, porque no alcanzo para abastecer a todos los venezolanos.
Aunque economistas advirtieron que estas impresiones realizadas por importaciones extranjeras podrían incrementar la crisis económica, Maduro les hizo caso omiso y las consecuencias están presentes.
Para finales de ese año, Venezuela cerró de la siguiente manera:
Entró en la etapa de hiperinflación
Alcanzó una escasez de 40%
PIB cayó 10 por ciento
Canasta alimentaria aumentó 400%
Estos datos han ido en aumento con el transcurrir del tiempo, entre alimentos y medicinas, el intercambio ha sido la mejor opción para el pueblo de sobrevivir, por lo que han llegado a preferir los productos antes que el dinero.
Dentro de este mismo orden de ideas, para 2018, varias empresas decidieron pagarle directamente a algunos de sus trabajadores las matrículas escolares, “combos de alimentos”, servicios públicos y complementos a pólizas de seguro.
Si bien las empresas más grandes instaladas en las grandes ciudades pueden sobrevivir con transferencias bancarias y tarjetas de débito, esas operaciones están fuera del alcance de quienes habitan en las áreas rurales.
Sin ir muy lejos, los propios peluqueros, taxistas, mototaxistas, plomeros, albañiles, entres otros trabajadores “independientes” prefieren que se les pague “con comida” en todo caso, aunque también aceptan transferencia por falta del efectivo.
El trueque se convirtió en una de las vías que tienen los venezolanos para recibir pagos por la falta de billetes y escasez de productos.
Productos que mayormente intercambian
Anteriormente se podría decir, ampliamente, que comida y medicamentos, pero ahora hay especificaciones, puesto que en muchos sectores logran obtener la caja del CLAP, otorgada por el gobierno, que surten de “alimentos”.
Se podría decir que esta caja trae todos los suplementos nutritivos que necesita la persona para vivir, pero no es así, porque en muchos casos si no está completa, los productos o estás vencidos o llenos de gusanos o chiripas.
No obstante, la calidad de esta adquisición ha bajado- que ya bien mala se encontraba-. De harinas, leche, aceites, azúcar, arroz, pastas, granos y atunes (que era el promedio de todas las bolsas), esto cambio a ser harina, pasta y/o arroz, y si se tiene suerte, leche, aceite o maíz.
Claramente, nunca hubo proteínas que realmente estuvieran acorde para una dieta “saludable”, lo que provocó que este fuera el producto más pedido por quienes hacen los intercambios.
Y no, no es hacer un trueque por carne de primera, sino más bien, de sardinas.
En dos reportajes, realizados por las cadenas BBC Mundo y Voz de América, respectivamente, se observó como la costa de La Guaira y Puerto La Cruz son las principales zonas del país que intercambian los productos.
1 kilo de harina por 1 kilo de sardinas pueden aceptar algunos pescadores, pero otros son más susceptibles, tomando en cuenta que también deben venderlos al instante porque debido a las fallas eléctricas, no hay lugar para mantener frescos los pescados.
Y ¿ si necesito medicamentos en vez de comida?
Las costas también son una buena opción. Pescadores de la zona afirman que muchos de ellos utilizan este instrumento para intercambiarlo por medicinas, como es el caso presentado en las declaraciones de la agencia de noticias británica.
El economista Luis Vicente León de la consultora Datanálisis, declaró que esto: “Se trata de un sistema de pago muy primitivo, pero también es muy primitivo que un país no tenga suficiente efectivo disponible”.
Redes sociales
Pero no todo es cara a cara, con la era digital, el trueque se ha incrementado, grupos de WhatsApp o de Facebook y cuentas en Instagram y Twitter, se dan con el objetivo de intercambiar productos, mayormente medicinas, para quienes lo necesiten.
La agencia española, EFE, comprobó esto debido a un ejemplo en un grupo de Facebook que se titula “Compras, Ventas e Intercambios (Caracas exclusivo)” que supone una plataforma solo para quienes quieran comprar, vender o intercambiar artículos en la capital del país.
En esta página se registran cerca de un centenar de anuncios a diario, y al menos un tercio de ellos pertenece a usuarios que ofertan algún producto de precio regulado y generalmente escaso en el país a cambio de otro con las mismas características.
En este mercado digital donde la necesidad es decisiva y el dinero no tiene cabida convergen también quienes publican anuncios en búsqueda de algún producto escaso sin ofrecer nada a cambio o quien oferta alimentos y medicinas que ya han sido consumidas en parte y, aunque parezca inverosímil, surgen interesados.
En Venezuela no hay suficiente efectivo en circulación.
Cabe acotar que, en otros sectores rurales del país, los abastos y negocios aceptan la materia prima, como el café , también para vender sus productos.
Se presume que en la zona de Chabasquén, estado Portuguesa, esto se utilice de esta forma:
3 kilos de café por 1 kilo de pasta
2 kilos de café por 1 vela y 2 cajas de fósforos
2 kilos de café por 1 kilo de sal
1 kilo y medio de café por 1 kilo de arroz
En junio de este año, la firma Econanalítica calculó que en Venezuela 4 de 10 transacciones se pagan en dólares, ya sea en efectivo por métodos electrónicos. También que su pronóstico que que la economía nacional podría mostrar un decrecimiento de 39 por ciento y el consumo de una caía de 40 por ciento.
A consecuencia de la hiperinflaicón y de la pérdida de valor del bolívar frente al dólar, en el último año se incrementó el uso de la moneda estadounidense para tasar los bienes y servicios o como moneda de pago.
Venezuela es el país con las mayores reservas probadas de petróleo en el planeta, pero en el último lustro ha sufrido una profunda crisis económica y social.(Venepress)