El 1 de septiembre varias movilizaciones saldrán desde el oeste, este, sur y norte de la capital hacia una concentración –cuyo lugar aún no se ha informado–, que constituirá el centro de la protesta nacional a la que la Mesa de la Unidad Democrática llamó la Toma de Caracas.
“Llenaremos el oeste, este, norte y sur de la ciudad de manifestantes”, prometió el diputado Luis Florido, de Voluntad Popular, mientras que su homólogo Richard Blanco, de ABP, lo secundó: “Vamos a llenar la capital de Venezuela por los cuatro puntos cardinales”.
En la oposición toman las previsiones necesarias para que desde el interior del país lleguen los manifestantes a la capital, incluso cuentan con la posibilidad de que el gobierno cierre las principales vías. “Lograremos que las personas lleguen. Será una protesta pacífica, no pisaremos el peine de la violencia”, prometió el parlamentario Tomás Guanipa, de Primero Justicia.
Aunque trabajan en conjunto para organizar la protesta, los partidos de la MUD destacan objetivos distintos al invitar a las personas a unirse: en Primero Justicia se afirma que la exigencia central será que el Consejo Nacional Electoral informe la fecha exacta de la próxima recolección de firmas para el referéndum revocatorio (finales de octubre, de acuerdo con la presidente del organismo, Tibisay Lucena), mientras que Voluntad Popular plantea que se debe pedir la fecha del revocatorio.
Florido aseguró que el primero de septiembre será el comienzo de una nueva etapa de presión popular de calle: “Será un hito en la historia de Venezuela, marcará un antes y un después. Vamos a exigir revocatorio, si no, el pueblo va a hacer valer el artículo 350 de la Constitución (desobediencia civil)”.
Para evitar la violencia que podría desatarse si el gobierno intenta impedir las movilizaciones, la MUD solicitó a la Organización de Estados Americanos que envíe un grupo de observación electoral ese día, algo que –confirmó Florido– la instancia propondrá a sus distintos miembros.
Sin embargo, la alianza también desea que más organizaciones de Venezuela se sumen, por lo que Blanco pidió a Enzo Betancourt, presidente del Colegio de Ingenieros, y a Douglas León Natera, presidente de la Federación Médica Venezolana, unirse a la protesta.
Diálogo. Luis Florido afirmó que “en este momento el diálogo está en un punto muerto”, porque no se ha garantizado que el revocatorio es este año, se ratificó la condena de Leopoldo López y no se ha abierto un canal humanitario.
“Está en un punto muerto, no por falta de disposición de la MUD. Sin las condiciones no tiene sentido sentarse. El mundo no comprende cómo no liberan a Leopoldo si el gobierno quiere dialogar”, indicó.
Guanipa aclaró que un diálogo sin el revocatorio no es posible: “Más allá del diálogo, lo principal es que podamos consultar al pueblo. El revocatorio es el único diálogo en el que creemos”.
El Dato
Luego de la ratificación de la condena por parte de la Corte de Apelaciones de Caracas, Voluntad Popular llevará el caso de Leopoldo López ante el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas y, además, solicitó una reunión con el secretario general del organismo, Ban Ki-moon, para abordar la situación de los presos políticos. “Hay cerca de 120 presos políticos en Venezuela; la libertad de ellos y de Leopoldo se conseguirá liberando a Venezuela”, dijo Luis Florido.