La reapertura fronteriza entre Táchira (Venezuela) y Norte de Santander (Colombia), concretada hace tres años, llegó con un impulso económico y social para la región, logrando la recuperación de unos 2.000 empleos directos en el sector aduanero venezolano.
Según información del diario La Nación, el presidente de la Asociación de Aduaneros del Táchira (Asoata), Nelson Urueña, estimó que la cifra de 2.000 empleos incluye a todos los actores que hacen vida en el eje San Antonio del Táchira – Ureña, incluyendo al área administrativa, obreros de las almacenadoras y conductores de gandolas.
Urueña enfatizó que este movimiento comercial ha generado un «bienestar social y económico para la zona de frontera que se está viendo muy beneficiada».
Destacó que este renacimiento laboral no solo abarca el personal de oficina, sino también a obreros de almacenes y transportistas esenciales.
El líder gremial, además, se mostró optimista sobre el futuro del sector, asegurando que «vienen cosas mejores», según indican las proyecciones económicas.
Asoata está tomando medidas proactivas para garantizar que las aduanas, tanto la principal como las subalternas, cuenten con el personal necesario para manejar el creciente volumen de carga de importaciones y exportaciones.
Un logro a 36 meses de la reapertura fue el rescate de clientes que, ante el cierre prolongado de la frontera andina, habían migrado sus operaciones al paso fronterizo de Paraguachón, en el estado Zulia.
Asoata también solicitó el apoyo de diversas instituciones. Urueña destacó la necesidad de trabajar «fusionados» con los encargados del resguardo aduanero, como el comandante del Destacamento 212, Abraham Manaure, así como con la Contraloría Sanitaria y el Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (Insai). (EN)








