Rusia ordenó este miércoles a sus fuerzas militares que se retiraran de Jersón por un contraataque de Ucrania, el cual los obligó a marcharse de la única capital regional que lograron conquistar los rusos desde la invasión que lleva ya 9 meses.
La avanzada de los ucranianos vino después de una evacuación de aproximadamente 100.000 habitantes de la zona, con el fin de un operativo que las autoridades locales llamaron como “deportación”.
En ese momento Vladímir Putin mandó a sus tropas a la retirada de 300.000 militares, con el fin de que apoyen a las demás zonas que actualmente se encuentran en guerra y así fortalecer sus líneas de ataque para recuperar gran parte del terreno ucraniano.
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú le ordenó al comandante encargado de las operaciones militares en Ucrania que “procediera a retirar los soldados”.
Shoigú exigió a sus efectivos replegarse de la margen derecha (al oeste) del Dniéper, donde se encuentra la ciudad de Jersón, para establecer una línea defensiva en la orilla izquierda del río, que representa un obstáculo natural más fácil de proteger.
Asimismo, el comandante afirmó que no era nada fácil retirarse del lugar, ya que no solo abandonaría la capital de una de las cuatro zonas de las que se apoderó en septiembre sino también un símbolo de trofeo en la campaña de 9 meses de operación.
Cabe resaltar que la región de Jersón es demasiado importante en esta guerra porque aparte de ser un punto estratégico, está ubicada en la península de Crimea.
No es la primera vez que las tropas de Moscú se ven en la obligación de retirar a su ejército de alguna zona ucraniana, pues en septiembre abandonaron la región de Járkov ante una contraofensiva de los dirigidos por Volodímir Zelenski.(EFE)
