El presidente de la Cámara de Comercio, Puerto Libre y Producción de Nueva Esparta y segundo vicepresidente de Consecomercio, Teodoro Bellorín, aseguró que el trabajo por la reforma a la Ley de Puerto Libre avanza a pesar de la situación que vive la Asamblea Nacional, por decisiones emanadas del Tribunal Supremo de Justicia.
Enfatizó que siguen avanzando para que esa reforma sea una realidad y se logren los consensos necesarios. Esto con miras a alcanzar un gran acuerdo que permita reactivar la economía regional, lo cual pasa por contar con una legislación acorde con la realidad económica actual y que permita dejar claras las potencialidades de esta zona del país.
Insistió en que no se dejarán amilanar por las diatribas políticas entre los poderes del Estado y, por el contrario, esperan que el Parlamento, al igual que el máximo tribunal, cumplan con los roles para los cuales se les asignaron las respectivas responsabilidades.
“No nos vamos detener a ver qué sucede. Las decisiones están tomadas y seguimos trabajando en la reforma a la Ley de Puerto Libre”, reiteró Bellorín.
Dijo confiar que una legislación reformada se convierta en un elemento fundamental que ayude a potenciar el turismo, a fin de poder contar con una región con condiciones especiales y distintas al resto del país.
RIESGOS POR OTRO AUMENTO
En otro aspecto, Bellorín admitió que los agremiados en esta entidad no están preparados para enfrentar otro posible aumento salarial.
Por ello advirtió que de concretarse esa posibilidad, lo que traería para Nueva Esparta sería más cierres de establecimientos comerciales y despidos en ese sector.
Argumentó que con sólo observar la situación tan precaria que presenta actualmente el Puerto Libre, por las casi nulas importaciones y la falta de mercancía, ya se evidencia la depresión que presenta el sector comercial de la Isla.
“Un posible nuevo aumento sería la debacle para los comerciantes margariteños que están haciendo grandes esfuerzos para asumir el incremento más reciente”, acotó Bellorín.
El gremialista destacó que esa posibilidad obligaría inmediatamente a cerrar más establecimientos comerciales, al igual que pequeñas y medianas empresas, por cuanto no tienen la mínima posibilidad de asumirlo.
Explicó que mantener un personal laboral, adiestrarlo y desarrollarlo es en sí una erogación para los comerciantes, quienes además deben enfrentar una fuerte carga emocional al momento de tomar decisiones.