Las plagas arrasan con miles de hectáreas de sus tierras. Invasiones, inseguridad y escasez de insumos agropecuarios y agroinsumos, incluyendo las vacunas que se les aplican a los animales bajo ordenanza del Ministerio de Agricultura y Tierras semestralmente. Estos son conflictos diarios a los que se enfrenta el sector ganadero zuliano, acompañado por el fenómeno El Niño que suma cuatro años.
“La demarcación indígena lo que le ha traído al municipio y a Venezuela es miseria y escasez”, señala Jorge Núñez, presidente de la Sociedad Civil Ganaderos de Machiques (Gadema), argumentando que en esas zonas, la producción de leche y carne mermó al menos 70 por ciento los primeros seis meses de este año. Agrega que aunque los márgenes se trazaron en 2010, existen ganaderos en la espera del pago de sus tierras.
Ejemplifica los resultados con el gasto nacional del rubro. El consumo de carne per cápita era de 26 kilos al año en 2015. Hoy la cifra disminuyó hasta llegar a nueve kilos anuales. “Eso debido a la baja producción y al bajo poder adquisitivo”. Compara con otro país productor, Argentina, cuyo consumo por habitante es de 56 kilos al año. Venezuela a pesar de tener 30 millones de población, no llega a tener 11 millones de cabezas de ganado, cuando en niveles estándares, para sustentarse debería existir al menos una res por habitante.
Inseguridad
El robo de ganado se convirtió este año en un conflicto aún más prominente y recurrente para los productores. Núñez estima que desde enero hasta la fecha han hurtado cerca de 900 cabezas de ganado. Además, la Troncal 6, vía que conecta a Maracaibo con las zonas productoras de Sur del Lago, La Villa del Rosario, Santa Bárbara y Machiques mantiene un flagelo por inseguridad desde hace ocho meses.
El 8 de mayo ocurrió el mayor robo de reses desde 2010, cuando descubrieron que 350 animales habrían desaparecido en una noche. El día siguiente hurtaron 36 más y desde entonces este comportamiento no ha cesado. “Los cuerpos del Estado solo han rescatado 33 reses de todo el ganado que se han robado. Gran parte de ese ganado es llevado a Colombia y otra parte es sacrificada clandestinamente despachando en carnicerías de Machiques a la vista de las autoridades”.