La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) presentó en su edición de 2024 el estado mundial de la pesca y la acuicultura, resaltando que la Acuicultura supera por primera vez a la Pesca de captura en términos de producción de animales acuáticos. De dicho informe destaco, con relación a la Acuicultura, lo siguiente:
La producción mundial por Pesca y Acuicultura alcanzó un nuevo máximo en 2022, aumentando a 223,2 millones de toneladas, de los cuales el 83,06% corresponden a animales acuáticos y el 16,94% son algas; con un valor récord de unos 472 000 millones de USD.
La producción por Acuicultura en animales acuáticos con 94,4 millones de toneladas (50,92%) superó a lo producido por pesca con 91 millones de toneladas (49,08%).
De la producción acuícola, la Acuicultura Continental proporcionó un 62,6% de los animales cultivados, mientras que lo producido por Acuicultura Marina fue de un 37,4%. Los principales rubros son los peces con un 58,1%, luego los crustáceos con 24,6% y los moluscos con 15,6%.
La acuicultura sigue estando dominada por un pequeño número de países, y muchos países de ingresos bajos de África, Asia y América Latina. Asia contribuyó a un 91,4 % de la producción acuícola total, seguida de América Latina y el Caribe (3,3 %), Europa (2,7 %), África (1,9 %), América del Norte (0,5 %) y Oceanía (0,2 %). Diez países principales (China, Indonesia, la India, Vietnam, Bangladesh, Filipinas, Corea del Sur, Noruega, Egipto y Chile) produjeron más del 89,8 % del total.
De unas 730 especies cultivadas, 17 especies básicas representan en torno al 60 % de la producción acuícola mundial.
La Acuicultura emplea a 22,1 millones de personas. (cifra de personas del sector primario).
La FAO considera que, hoy en día, los sistemas alimentarios acuáticos cada vez son más reconocidos por sus contribuciones a la seguridad alimentaria y nutricional. Los sistemas alimentarios acuáticos representan una solución viable y eficaz que ofrece mejores oportunidades para mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición mundiales, tanto actualmente como para las futuras generaciones. Además, que la intensificación y expansión de la acuicultura en el futuro debería basarse en un enfoque ecosistémico a fin de reducir al mínimo las repercusiones ambientales y garantizar la salud de los animales y la inocuidad de los alimentos, con un uso eficiente, diverso y sostenible de los insumos y los recursos, en particular el agua, la tierra y los piensos, mejorando al mismo tiempo los rendimientos y apoyando los medios de vida, sobre todo para las comunidades y poblaciones más vulnerables.
Interesante información enviada a esta redacción desde Margarita por el acuicultor Jesus León, amigo de este diario.