Este martes, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, pidió la renuncia de su ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, el mismo día que se conoció que éste informó a la Fiscalía de presuntos hechos ilegales del hijo adoptivo del mandatario, Nicolás Alcocer, y del presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa.
«Espero por tanto la renuncia de un gran compañero y profesor honesto, el doctor Ricardo Bonilla, secretario de Hacienda de Bogotá Humana, que la dejó en su mejor momento financiero, y gran ministro de Hacienda, que sacó a Colombia de la recesión por el sobre endeudamiento que dejó Duque», manifestó.
Petro, designó el miércoles a su actual viceministro de Hacienda, Diego Guevara, como nuevo titular de esa cartera luego de la renuncia de Ricardo Bonilla, vinculado en una investigación por el mayor escándalo de corrupción en el gobierno de izquierda.
El nuevo ministro «va a ser el doctor (Diego) Guevara, viceministro actual, profesor universitario», aseguró Petro este miércoles durante una rueda de prensa en Montevideo, donde lleva a cabo una visita oficial previo al inicio de la 65ª Cumbre del Mercosur en Montevideo.
Bonilla fue señalado la semana pasada por una de sus exasesoras de tener conocimiento del desvío de unos 200.000 dólares en tres contratos públicos, recursos que según las pesquisas fueron utilizados para sobornar a congresistas y conseguir la aprobación de algunas reformas clave del mandatario.
El señalamiento en una declaración ante la Fiscalía, cuya grabación fue revelada por Noticias Caracol, puso contra las cuerdas a uno de los ministros más cercanos de Petro, que defiende su inocencia.
El presidente dijo que solicitó la salida del funcionario «no porque crea que es culpable, sino porque lo quieren despedazar por ser leal» a él.
Este escándalo salpica a altos funcionarios del primer gobierno izquierdista de Colombia y a parlamentarios, tanto aliados como de partidos opositores.
Entre los investigados están Olmedo López, exdirector del órgano estatal de atención de emergencias, y su mano derecha. Ambos han confesado su participación en un entramado de corrupción.
Los exfuncionarios se quedaron una parte de los recursos y con lo restante sobornaron a Iván Name y Andrés Calle, entonces presidentes del Senado y de la Cámara Baja del Congreso, respectivamente, según la Fiscalía.
También está involucrada Sandra Ortiz, exjefa de la entidad que garantiza que los recursos públicos lleguen a las regiones.
Según denuncias que hacen parte del caso, filtradas en las últimas semanas por la prensa, ella era la encargada de llevar el dinero a Name.
López y su exasesor dicen haber recibido amenazas y asistieron el jueves a su imputación de cargos usando chalecos antibalas.
Sus testimonios apuntan a más de 20 funcionarios, incluidos otros políticos cercanos al presidente como el exministro del Interior Luis Fernando Velasco.
Bonilla lideraba la discusión y promoción de algunos de los más ambiciosos proyectos económicos de Petro, entre ellos, una ansiada reforma al financiamiento estatal que incluye varios impuestos nuevos para mejorar los niveles de recaudación.
Su cercana relación viene desde que Petro fue alcalde de Bogotá (2012-2015) y el economista su secretario de Hacienda. (EFE)
