15 Oct, 2016 | Para los marineros antolinenses llegaron más épocas de abundancia, las cuales son aprovechadas en las verdosas aguas de Manzanillo para la producción pesquera y en especial la de jurel.
Esta especie marina abunda desde hace 15 días y, gracias a ello, cada calada exitosa pesa más de una tonelada y media. Por lo que no es raro que estas se vendan “como mango en temporada de crisis económica”, comentaron los trabajadores del mar de esta zona.
Sin embargo, últimamente hallar la carnada en esta playa no es tarea sencilla, pues los pescadores se han visto en la necesidad de solidarizarse entre ellos para compartir las sardinas que emplearán como cebo para atrapar otros peces.
“Cuando uno de los nuestros sabe adónde podemos pescarla, nos avisa para ir a recogerla entre todos”, señaló Samuel Alfonzo. Posteriormente, la mantienen resguardadas dentro de la playa en unas redes, de las que serán retiradas poco a poco, según ameriten, para llevar a campaña.
ORGANIZACIÓN
Desde las 10 de la noche se preparan los pescadores para adentrarse a 15 millas de playa Manzanillo para buscar el jurel.
Esta actividad es parecida a la del tajalí, pues también se ejecuta con palangre, una soga gruesa de la que desprenden unas cuerdas con anzuelos número cuatro, de tamaño algo grande. Un pez de esta especie puede pesar hasta 15 kg, de acuerdo con David Natera.
Los trabajadores del mar retornan a tierra firme luego de la jornada a las dos de la tarde del día siguiente.
La mayor parte de la producción es vendida a los caveros, pero pescadores como José Subero lo comercian también con la gente del pueblo. “A 900 bolívares el kilo”.
DELINCUENCIA
Dennys Rodríguez denunció los constantes asaltos por parte de piratas en altamar.
Enfatizó que recientemente robaron el bote de unos compañeros a cinco millas de la costa y los dejaron varados en medio del mar. Esto los obligó a nadar durante tres horas hasta tierra firme.