La Organización de Estados Americanos (OEA) designará este lunes por primera vez a una mujer como subsecretaria General, a través de una elección secreta que enfrenta a Colombia, Guatemala y Perú.
Compiten la colombiana Laura Gil, la guatemalteca Claudia Escobar y la peruana Ana María Sánchez. Las tres candidatas tienen muchísima experiencia diplomática, y hasta este domingo los cálculos electorales pronosticaban unos comicios cerrados entre Gil y Escobar.
Estados Unidos, un protagonista clave en la OEA, no ha dejado trascender su decisión geopolítica. Pero las relaciones diplomáticas entre Donald Trump y Gustavo Petro son apenas formales.
Laura Gil -embajadora de Colombia en Austria- tiene asegurado el respaldo de Brasil, Bolivia y Uruguay, y un puñado de estados caribeños.
Claudia Escobar -embajadora de Guatemala en la OEA- cuenta con los votos de Argentina, Chile, Ecuador, El Salvador y Paraguay, y un bloque de países miembros del CARICOM (Comunidad del Caribe).
Ana María Sánchez -exembajadora de Perú en la OEA- prácticamente se ha quedado sin respaldo por la polarización de los votos entre Colombia y Guatemala. Sólo tendría el apoyo asegurado de Surinam.
Claudia Escobar, recibió a Infobae en la embajada de la OEA en DC. Sobre su escritorio hay una estampita de Francisco, a quien conoció en el Vaticano.
Durante el reportaje, Escobar exhibió su condena a las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua, y mostró su preocupación sobre la crisis institucional que sufre Haití.
Durante su presentación formal ante el Consejo Permanente de la OEA, Ana María Sánchez aludió a los derechos humanos y a la necesidad de combatir a los delitos trasnacionales que golpean a América Latina. Pero no mencionó a los regímenes dictatoriales de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Ni tampoco citó a Haití, que ya es un estado fallido por su condición institucional.
Laura Gil, candidata por Colombia a la Subsecretaría General, utilizó un largo tiempo de su presentación para hacer referencia a su carrera diplomática. Aseguró también que seguirá la agenda que establezcan los estados-miembros y enfatizó que actuará bajo las órdenes directas de Albert Randim, próximo secretario General de la OEA.
La embajadora Gil conoce la situación de Haití e hizo referencia a la situación política en esa isla del Caribe. Sin embargo, omitió un comentario directo sobre las dictaduras en Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Pese a esta singular omisión, la candidata colombiana defendió a la democracia y su importancia clave en la OEA. (Infobae)