El gobierno de Irán reportó este lunes un nuevo ataque contra la planta subterránea de enriquecimiento de uranio de Fordó, en el centro del país, atacada por Estados Unidos durante el pasado fin de semana.
«Hace unos instantes, el enemigo agresor volvió a atacar el recinto nuclear de Fordó», indicó la sede provincial de Gestión de Crisis de Qom en Telegram.
Destacó que no existe “ningún peligro ni amenaza” para los ciudadanos.
Bombardeos contra plantas nucleares de Irán
Estados Unidos bombardeó el fin de semana esta central y las de Isfahán y Natanz.
Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de la Energía Atómica, estimó este lunes como «muy significativos» los daños causados por estos bombardeos estadounidenses, reseñó EFE.
Estados Unidos decidió entrar de esta manera en el conflicto que Israel comenzó el pasado 12 de junio al lanzar una ofensiva de ataques aéreos sobre distintas instalaciones del programa nuclear iraní, una agresión que Irán ha respondido con el lanzamiento de misiles.
Grossi reconoció que «el peso de este conflicto amenaza con hacer colapsar el régimen global de no proliferación nuclear, pero aún existe un camino para la diplomacia».
En cuanto al centro nuclear de Isfahan, el director general explicó que Estados Unidos atacó con misiles de crucero varios edificios, incluyendo «algunos relacionados con el proceso de conversión de uranio».
«Además, en este sitio, las entradas a túneles usados para el almacenamiento de material enriquecido parecen haber sido impactadas», agregó Grossi.
También la gran planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, en el centro de Irán, fue atacada por Estados Unidos con bombas contra búnkeres.
Irán ha informado al OIEA, según reseñó la agencia EFE, «que no se ha detectado ningún aumento en los niveles de radiación fuera de los tres sitios» atacados por Israel y Estados Unidos en los últimos días. (Agencias)
Israel persiste en su ofensiva aérea contra Irán esperando respuesta del régimen
Donald Trump y Benjamín Netanyahu apuestan a un acuerdo diplomático con Iran para evitar una guerra inédita en Medio Oriente. Pero el líder religioso Ali Khamanei aparece en una reluctante posición bélica, tras los bombardeos de Estados Unidos a las instalaciones nucleares en Fordow, Natanz e Isfahan.
“El enemigo sionista ha cometido un grave error, ha cometido un gran crimen; debe ser castigado y está siendo castigado; está siendo castigado ahora mismo”, posteó Khamenei en su cuenta oficial en X.
La posición del líder religioso chiita no debería sorprender.
Antes del ataque directo a Irán, Trump abrió un backchannel con Recep Erdoğan -presidente de Turquía- para cerrar un acuerdo diplomático de último minuto.
A Irán le queda la vía violenta nada más
En este contexto, es poco probable que Khamenei se incline por la vía diplomática para resolver el enfrentamiento de Irán contra Estados Unidos e Israel.
Y todas las variables que maneja el líder religioso implican un conflicto sin antecedentes en Medio Oriente.
Anoche, en Jerusalén, no se descartaba que Khamenei ordene un ataque terrorista contra las bases militares de Estados Unidos en Siria o Irak.
El Pentágono tiene 2.500 efectivos en Irak, desplegados en las bases aéreas de Al-Asad y Arbil, mientras que en Siria está la base de Al Tanf, que es crucial para combatir a los restos de ISIS y proteger a Israel.
Si Khamenei avanza contra estas bases militares, la réplica de Trump causaría un efecto dominó en la región. Iran aún tiene la capacidad militar de Hamas y Hezbollah, que por ahora se han mantenido al margen.
De todas maneras, Israel ya está en alerta máxima ante posibles ataques terroristas de Hamas, Hezbollah y los hutíes, que responden a las órdenes de Irán.
El estrecho de Ormuz, punto clave
Al margen de los posibles ataques propios a bases militares o blancos civiles por medio de Hezbollah o Hamas, Iran puede causar un daño económico a Estados Unidos si cierra el estrecho de Ormuz.
El Estrecho de Ormuz conecta el Golfo Pérsico con el Golfo de Omán y el mar Arábigo, y es clave para el comercio mundial de petróleo. Durante el primer trimestre de 2025, por Ormuz se transportó 15 millones de barriles diarios de crudo y condensado.
Irán tiene suficiente poderío militar para cerrar el estrecho y causar una crisis económica global. El parlamento iraní ya aprobó su clausura, y la decisión final está en manos de Khamenei.
Trump no dudará un sólo segundo en atacar Irán, si su líder religioso cierra Ormuz. Un caída del transporte de petróleo puede disparar el precio de la gasolina en Estados Unidos y aumentar la inflación anual.
Y a diferencia de la ofensiva aérea contra las instalaciones en Fordow, Natanz e Isfahan, la Casa Blanca estaría respaldada públicamente por Arabia Saudita, Qatar y Emiratos, si ataca Irán para evitar que colapse el estrecho de Ormuz.
Irán amenaza a Estados Unidos
Irán advirtió este lunes a Estados Unidos sobre una posible respuesta militar tras los bombardeos dirigidos contra sus instalaciones nucleares. El portavoz de las Fuerzas Armadas iraníes, teniente coronel Ebrahim Zolfaghari, declaró que los ataques estadounidenses marcaron el inicio de un conflicto abierto con la República Islámica y afirmó que será Teherán quien “lo termine”. Las declaraciones se producen tras el ataque estadounidense contra los complejos nucleares de Fordow, Natanz e Isfahán, en el contexto de la creciente confrontación entre Irán e Israel.
“Este acto hostil ampliará el alcance de los objetivos legítimos de las fuerzas armadas de la República Islámica de Irán y abrirá la vía a la extensión de la guerra en la región”, afirmó Zolfaghari en un mensaje difundido por la televisión estatal. También aseguró que “los combatientes del islam infligirán consecuencias serias e impredecibles con operaciones poderosas”. En otro mensaje dirigido directamente al presidente estadounidense, Donald Trump, el portavoz militar lo acusó de haber iniciado una guerra directa contra Irán: “Señor Trump, el apostador. Tú empezaste esta guerra, pero la acabaremos nosotros”.
El Comando Unificado de Operaciones Khatam al-Anbiya, al que pertenece Zolfaghari, calificó el bombardeo estadounidense como una “violación del suelo sagrado de Irán” y una agresión a la soberanía nacional. Aunque no se especificaron detalles sobre una respuesta militar concreta, las autoridades advirtieron que esta será proporcional y que tendrá “consecuencias graves, lamentables e impredecibles”. (Infobae, EFE y AFP)