Rafael Marrón González
El entrañable poeta argentino Alma Fuerte le dedicó, parece que así fuera, a la sociedad democrática venezolana el poema que forma el título de esta página: “No te des por vencido, ni aun vencido,/ no te sientas esclavo, ni aun esclavo;/ trémulo de pavor, piénsate bravo,/ y arremete feroz, ya mal herido. Ten el tesón del clavo enmohecido,/ que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo;/ no la cobarde intrepidez del pavo/ que amaina su plumaje al primer ruido. Procede como Dios que nunca llora,/ o como Lucifer, que nunca reza,/ o como el robledal cuya grandeza/ necesita del agua y no la implora…. ¡Que muerda y vocifere vengadora/ ya rodando por el polvo tu cabeza!”. Parece, digo, que hubiera pensado en el pueblo venezolano, el poeta, pues por razones válidas, como la suspensión del referendo revocatorio, el aplazamiento de las elecciones de gobernadores y alcaldes y el oxígeno que el diálogo concedió a Maduro, desconfía de la efectividad de su poderosa fuerza y “amainó su plumaje”. Comprendo la frustración, el despecho, la congoja y hasta el miedo, lo que es inadmisible es la renuncia transmutada en resignación e indiferencia, que es un derecho, no lo niego, pero que no puedo compartir ni respetar, y menos en política porque la tiranía se nutre fervorosamente de renuncias y resignaciones. No se renuncia a nada y menos a la libertad. Un pueblo que se ha forjado a buril, venciendo limitaciones y obstáculos, que se ha logrado desarrollar hacia el progreso, no puede, ni tiene derecho, a resignar en la barbarie su futuro y el de sus hijos.
No estás solo
La sociedad está integrada por individualidades, personas cuyas actividades profesionales las separan forzadamente de la masa, y por ello es tan difícil mantener su cohesión, aunque tenga muy claro su lugar, porque no obedece, como la masa, a consignas o liderazgos, sino que actúa de acuerdo a su personal percepción de la realidad. Es voluntaria y racional su participación y así lo demostró en los actos electorales frente a las trapisondas desesperadas del gobierno hasta lograr la contundente victoria del 6D. Su abrumadora presencia en marchas y protestas, venciendo el miedo a las infiltraciones criminales del gobierno, son una muestra de lo posible cuando decide ponerse de pie, obedeciendo a la convicción, a la razón razonada. Y como la asociación por la razón es, repito, individual, se propende a pensar que se está solo. Y no es así. Y nos conocemos todos, porque, al contrario de la masa y de los intereses creados, sí sabemos cuáles son nuestras metas y lealtades comunes y tenemos absolutamente claro que la patria es la gente. Así que no pienses que está solo, como me decía un desencantado amigo: – ¿Y qué vamos a lograr nosotros dos? Pues, si ya somos dos, es posible que de dos en dos, lleguemos a miles en una tarde. Es hora del reencuentro y del reconocimiento. Del saludo comprometido con la acción. Ellos tienen su “camarada”, nosotros nuestro “ciudadano”. La patria sigue en vilo, los últimos acontecimientos han develado ante el mundo la realidad del régimen. Ya se habla del “ex país” refiriéndose, por supuesto, a la Venezuela chavista dirigida a control remoto por la satrapía comunista enquistada en Cuba.
La verdad te dará aliento
Inmemorialmente sabido es que la “verdad es la ausencia de contradicciones”. Y además la verdad está solamente en lo verificable. El comunismo es una secta de asesinos, ladrones y pervertidores de menores. Y el chavismo es comunista. Neo comunista, porque su asunción al poder no derivó de un sangriento golpe de Estado, como lo intentó al principio, sino en libres comicios que sus incondicionales comunistas u oportunistas convirtieron en patente de corso para, mediante técnicas legales ad hoc, conculcar las libertades públicas e imponer a fuego lento el régimen pretoriano que hoy lleva 58 años en Cuba. Su ineficiencia deriva de que todo su funcionariado, inepto y corrupto por definición, es comunistas, incluyendo a los militares. Ya es inaceptable admitir que se está con el chavismo bajo engaño o por intereses particulares. Y la principal evidencia es su estrecha, incondicional y entreguista relación con Raúl Castro, que sin pudor alguno se entromete en los asuntos internos de Venezuela, lo que según la doctrina de Bolívar, configura traición a la patria.
El comunismo es una aberración pre política…
Y una imposibilidad intelectual. El comunismo, no es más que la vieja promesa de retornar al paraíso perdido – sito en el vientre de la madre – que en el caso de las religiones está en el cielo, por lo que hay que morirse físicamente para acceder a él; y como los marxista no creen en Dios, no tienen paraíso, entonces deben ubicarlo en la tierra para lograr ingenuos adeptos, pero para acceder a él hay que morir en vida, morir políticamente, civilmente, renunciar a la individualidad y asumir la forma del envase que nos contenga, agonizar sin derechos bajo la impronta feroz de una dictadura estatista. Así que el comunismo es el paraíso que los marxista ofrecen a los ingenuos que creen que el futuro es un espacio en el tiempo, al que llegarán en nave ajena, y no una sucesión de presentes personales llenos de sudor e intelecto.
La “dictadura del proletariado”
El comunismo ofrece a los ingenuos para convocarlos a su paraíso, dos sacrificios previos insufribles, la dictadura del proletariado y el socialismo “real”, que conllevan la destrucción de las dos generaciones presentes, padre e hijo, para construir al “hombre nuevo”, nieto del viejo, que ingresará sin contaminación humana alguna, es decir, sin voluntad, ni deseos sexuales, ni inquietudes, ni inteligencia, ni personalidad, ni individualidad, ni ganas, una cosa que anda, una bolsita con patas con una brújula ajustada por el partido inserta en el hueco donde iba el cerebro. En eso de construir al hombre nuevo no escapó ni el mismo Dios, pues, y la palabra de la Biblia vaya adelante, para lograr ese espécimen incontaminado de las pecadoras pasiones humanas, que si no están prohibidas engordan, montó una pareja de ancianos y sus hijos emparejados en una lancha llena de casares de animales y los mantuvo flotando en lo conocido del Planeta cubierto de agua producida por el más largo aguacero que registre la historia de la humanidad hasta que una paloma se les apareció con una ramita en el pico. Luego de ahogar a todo el mundo, culpables e inocentes, cuerdos y loquetos, hombres, mujeres, adolescentes, niños, niñitas, bebecitos y nonatos, salió el sol y una turba de malandros contaminados, con Calígula, Nerón, Hitler, Franco, Stalin, Mussolini, Saldan, Khadafi, Bin Laden, Fidel y Chávez a la cabeza, descendió de la lancha a dinamitar el mundo para otra vez producir el hombre nuevo y hacerlo feliz. Disculpen, pero se me aguaron los ojos con tanta ternura.
Cada día que pasa el pueblo se acerca más a la verdad
Un gobierno corrupto, ineficiente y embustero como éste, así se esconda tras las faldas del amor a los pobres con discursos banales pletóricos de patriotismo barato y nacionalismo de cajón de limpiabotas y promesas de mañanas que llevan diecisiete largos años sin llegar, no puede engañar al pueblo todo el tiempo. Ya el pueblo humilde y desamparado descubrió la verdad en la evidencia que lo circunda: niñez abandonada, destrucción de la red hospitalaria, ranchificación galopante, miseria, hambre, desnutrición, enfermedades endémicas, inseguridad, desempleo, saqueo de las riquezas de la nación, nepotismo, clientelismo, y todas las secuelas de estos males.
Así que no te rindas
¡No te des por vencido! ¡No te des por vencida! No aceptes la resignación como salida, mira que de la resignación a la indiferencia hay un paso, y ese es el elemento que nutre a los tiranos. Tampoco cometas el absurdo indigno de plegarte al régimen por conveniencia. Piensa en tus hijos y en su futuro. Sigue firme en pie de lucha contra las pretensiones comunistas de este régimen inepto y corrupto. Somos millones. Somos mejores, Tenemos razón. Representamos a la Venezuela desarrollada, democrática, liberal, incluyente, pluralista, equitativa, estudiosa, responsable, trabajadora, que busca el progreso por el desarrollo de sus ciudadanos porque la patria es la gente, y sabemos que si queremos mejor patria debemos formar mejor gente. ¡No te des por vencido! ¡Ni aun vencido!