En el Hospital Pediátrico Menca de Leoni, en Guaiparo, está decretado un estado de emergencia desde el punto de vista técnico, aseguró este miércoles el secretario general del Colegio de Médicos del estado Bolívar, seccional Ciudad Guayana, Hugo Lezama, quien se reunió con médicos del centro asistencial, preocupados por el brote de difteria en las últimas tres semanas.
“Técnicamente en el pediátrico Menca de Leoni está decretado un estado de emergencia por los casos de difteria, que es producida por una bacteria. Ha habido casos de muertes en los últimos días, aproximadamente cinco casos en menos de una semana en la sala de terapia intensiva del hospital”, destacó, luego del encuentro con el personal médico y de enfermería.
Entretanto, el área de emergencia pediátrica atiende solo estrictas emergencias, para evitar la expansión de la bacteria, que no generaba alertas desde hace más de 20 años en el país. La emergencia pediátrica ya había sido cerrada el miércoles 28 de septiembre por el colapso que generó el brote.
Las declaraciones del gremio médico se dan un día después de que el gobernador Francisco Rangel Gómez señalara que científicamente no se han determinado casos de difteria y en medio de una intensa jornada de vacunación emprendida por las autoridades sanitarias en la entidad, en las que ha estado presente el mandatario regional.
Lezama manifestó que por cuestiones políticas no se ha declarado el estado de emergencia en el estado Bolívar, debido al brote de la difteria, pero insistió en que “a pesar de que no decretan el estado de emergencia, está de hecho. Técnicamente hay un estado de emergencia en la salud, que lo decretaron las circunstancias”.
Tanto en los alrededores del pediátrico como de la emergencia, al menos seis adultos permanecen sentados y caminan de un lado a otro con mascarillas que cubren nariz y boca, dos áreas a través de las cuales puede ingresar la bacteria al cuerpo.
Hasta ahora, precisó Lezama junto a tres galenos, se han registrado 20 casos sospechosos en las últimas tres semanas y cinco muertes en el pediátrico de Guaiparo por síntomas que coinciden con el cuadro de la difteria. Estos casos forman parte del registro de 17 muertes desde abril de este año distribuidos de la siguiente manera: 12 en el municipio Sifontes y 5 en Caroní.
“La semana pasada murió un adulto, probablemente por difteria. Esta semana ingresaron cuatro pacientes sospechosos, incluyendo una adulta”, afirmó. Esta última es una doctora residente, de tercer año de pediatría, que estuvo en contacto con portadores de la bacteria. “Con la alerta máxima que tenemos, se le administró el tratamiento y está fuera de peligro”.
Meridali Gómez, pediatra y representante de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría del estado Bolívar, informó que desde los primeros casos hace tres semanas se tomaron las muestras a todos los pacientes y fueron enviadas al Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel. “Hasta el momento superan los 20 casos”, dijo.
Aunque los resultados deberían estar listos en 10 días aproximadamente, comentó que no han tenido acceso a esta información, que corresponde al Ministerio de Salud y al Instituto de Salud Pública.
Sin embargo, la sintomatología que en algunos casos se ha hecho pública a través de fotografías enviadas por los propios médicos coincide con los síntomas de la difteria. “El confirmatorio lo dan las pruebas a través de los cultivos de exudados faríngeos, pero en medicina toda la vida nos han enseñado que la clínica prevalece sobre el laboratorio”.
Solo dos centros en Ciudad Guayana están autorizados para atender casos sospechosos de difteria, tras una orden dictada por las autoridades sanitarias. El pediátrico Menca de Leoni, en el caso de los pacientes en edad pediátrica; y el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) de La Unidad en San Félix, en el caso de los adultos, una medida que los médicos consideran necesaria para evitar la expansión de la enfermedad.
“En este momento hay las condiciones para atender a los pacientes sospechosos en el pediátrico. Por eso es que entre comillas está cerrado, bajo resguardo”, señaló Gómez.
La pediatra destacó que para reforzar el cerco epidemiológico en el estado Bolívar, en los aeropuertos debería solicitarse la tarjeta de vacunación a quienes salen de Ciudad Guayana, vigilancia que también debería haber a nivel terrestre en la salida a Ciudad Bolívar, puente Orinoquia, Upata y otras localidades del sur de Bolívar e, incluso, en el puerto de la chalana, “porque la idea es hacer el cerco para que no se expanda a estados vecinos”.
“Todos debemos colaborar porque estamos en una epidemia, una enfermedad que nos tomó de imprevisto, una enfermedad que teníamos 24 años que no se nos presentaba y que por múltiples factores viene del sur del estado. Todos sabemos las condiciones de vida y quizás muchos de estos niños no estaban vacunados adecuadamente, por responsabilidad compartida, porque los padres deben ser responsables de vacunar adecuadamente a sus hijos, pero también están las instituciones que deben dar la educación adecuada”.
¿Cómo prevenir?
Gómez enfatizó en una serie de recomendaciones, que señaló deben ser tomadas por la población para evitar el contagio:
● Acudir a las jornadas de vacunación.
● Organizarse en los colegios para hacer grupos de trabajo, como en el caso del Colegio Los Próceres, en Los Olivos, en el que representantes que son médicos colaboran con la vacunación tras solicitar las dosis al Distrito Sanitario y ofrecen charlas a los niños acerca de la enfermedad, formas de contagio y medidas preventivas.
● Taparse la boca al momento de estornudar o toser.
● En los colegios pedir a los estudiantes evitar compartir los termos y clausurar los bebederos.
● Revisar las tarjetas de vacunación. Los niños menores de cinco años, precisó, reciben pentavalente que posee el toxoide diftérico. Si no está completo el esquema de vacunación, deben acudir a los ambulatorios.
A los niños de seis años en adelante se les coloca la vacuna de toxoide diftérico. De 10 años en adelante se vacuna con el toxoide diftérico y si no hay antigua vacunación habrá una revacunación en un mes, “es lo que llamamos vacunación acelerada porque estamos en epidemia. Luego vendrá una tercera dosis en seis meses, y luego dos anuales porque deben ser cinco dosis”.
La especialista destacó que esta enfermedad es contagiosa y de rápido desarrollo y enfatizó que la vacunación es gratuita, por lo que instó a los ciudadanos a no comprar vacunas. “En momentos de crisis hay personas inconscientes que pueden valerse de la situación, pero esta es una vacunación gratuita”.
Lezama añadió que la vacuna de toxoide diftérico es de exclusiva distribución del Ministerio de Salud, por lo que quienes compren la inmunización “corren el riesgo de no ser inmunizados porque no sabemos las condiciones en las que se está colocando esa vacuna y si se ha cumplido con la cadena de frío”, puntualizó.