Este sábado, las autoridades francesas detuvieron a más de 160 personas en una nueva jornada de protestas de los «chalecos amarillos» en defensa del clima y contra la reforma de las jubilaciones.
Las concentraciones de los «chalecos amarillos» no habían sido autorizadas, pero sus integrantes, que este sábado cumplían su 45 jornada de movilizaciones, mantuvieron su protesta y acabaron siendo dispersados con gases lacrimógenos por parte de las fuerzas del orden.
Las autoridades desplegaron a 7.500 agentes para evitar altercados ante el temor de la presencia de los llamados «black blocs», grupos violentos de encapuchados conocidos por provocar altercados durante las manifestaciones.
En total, 163 personas fueron arrestadas en París hasta finales de la tarde.
Las concentraciones de los chalecos amarillos no fueron autorizadas, pero sus integrantes mantuvieron su protesta. Finalmente acabaron dispersos con gases lacrimógenos en distintos puntos de la ciudad por las fuerzas del orden.
El colectivo indicó en su cuenta en las redes sociales que la participación se elevó a un mínimo de 91.430 personas.
Las autoridades habían desplegado a 7.500 agentes para evitar altercados ante el temor de la presencia de los llamados black blocs, grupos violentos de encapuchados conocidos por provocar problemas durante las manifestaciones.
Entre los controles efectuados, policías y gendarmes incautaron bolas de petanca o un martillo.
No obstante, la Prefectura parisina de Policía dijo que cerca de 1.000 individuos considerados peligrosos lograron infiltrarse en la manifestación contra la crisis climática y protagonizaron enfrentamientos contra las fuerzas del orden.
En esa última protesta se agruparon 15.200 personas, detalló un recuento del gabinete independiente Occurrence, mientras que los organizadores elevaron esa cifra a unas 50.000. (AFP)