12 Dic, 2016 | La inflación devoró literalmente el presupuesto cercano a los 300 millones de bolívares que había dispuesto la Dirección de Infraestructura de la Alcaldía del municipio Mariño para desarrollar el bulevar Paseo del Mar, en las riberas de playa Bella Vista.
Jesús Eduardo Fernández, director general de esa municipalidad, resaltó que las escasez de materiales de construcción y los altos costos de los mismos, debido a la alta inflación en el país, han venido conspirando contra esa obra, con la cual el alcalde Alfredo Díaz se propone rescatar y resaltar esos espacios que estuvieron deprimidos por largo tiempo, pero ahora busca abrir puertas y fortalecer la actividad turística.
Enfatizó que con el Paseo del Mar persiguen que Porlamar sea vista como una ciudad referencia nacional, en lo que se refiere a la modernidad y espacios públicos para el esparcimiento y, al mismo tiempo, complementar la infraestructura turística de la jurisdicción.
Acotó que ese paseo se convertirá en una obra emblemática en materia de infraestructura turística, siendo concebida como un bulevar de cara al mar, aprovechando la recuperación de las mansas aguas de esa zona porlamarense.
Fernández recordó que ese proyecto contempla un paseo con ciclovía, así como 200 metros de vialidad y caminerías, permitiendo a la ciudad marinera tener un acceso directo y visible a playa Bella Vista, la cual en la década de los años 70 fue el ícono como balneario turístico de la Isla.
Ratificó que el proyecto en sí realiza un análisis completo de ese balneario y lo divide en tres zonas según su vocación, es decir, que dispondrá de un área turística, una residencial y una de trabajo destinada exclusivamente a la pesca.
Detalló que en el área turística es donde ejecutan el proyecto concebido para poner a la zona en valor, por lo se requirió canalizar el drenaje del agua de lluvias que circula por la quebrada El Turco, que depositaba sus caudales en la orilla.
Explicó que esas aguas formaban una especia de laguna que generalmente se descomponía emitiendo malos olores, lo que muchas veces llevó a la gente a pensar se trataba de aguas servidas.
Organización y servicios
Fernández reiteró que de acuerdo con la planificación realizada por los encargados de la ejecución del proyecto, las rancherías de venta de comida existentes hasta los momentos comienzan a ser sustituidas por unos módulos o restaurantes populares que contarán con todas las instalaciones y los servicios sanitarios, con el propósito de brindar una atención de calidad tanto a los residentes como a los turistas nacionales y extranjeros.
El funcionario confirmó que contarán con los servicios de agua, electricidad, teléfono, gas y, sobre todo, la vialidad que dará acceso al paseo. También dispondrá de estacionamiento y baños públicos para turistas y visitantes.
Arte y turismo
Igualmente especificó que contará con dos redomas, a saber, una en el extremo norte y otra en el extremo sur.
Precisó que será en la primera redoma donde la Alcaldía y la Fundación Francisco Narváez tienen previsto reubicar la escultura “La Ronda”, siguiendo los lineamientos del Instituto de Patrimonio Cultural.
Insistió el funcionario que esa emblemática obra del escultor porlamarense Francisco Narváez actualmente está ubicada en la plaza Bolívar de Porlamar, pero descontextualizada del proyecto original.
Vale recordar que esa obra fue retirada del hotel Bella Vista en el año 1997 por el entonces alcalde Eligio Hernández, quien tomó las previsiones cuando ese establecimiento fue privatizado, ya que dicha obra es Patrimonio Municipal.
Bella Vista será referencia turística
El director general de la Alcaldía de Mariño, Jesús Eduardo Fernández, enfatizó que si bien en las décadas de los 60 y 70, playa Bella Vista fue el “punto dorado” del turismo nacional, ahora con el enclave escenográfico “Porlamar de mis amores”, que se encuentra en plena ejecución y que será escrita con letras de al menos dos metros de alto, será uno de los atractivos que impulsará a la ciudad marinera como referencia turística.
Recordó igualmente que el planteamiento de la vialidad de ese bulevar lleva intrínseco un componente cultural urbano, toda vez que las dos redomas principales automáticamente se convertirán en emplazamientos para igual número de obras de arte, de las cuales hasta ahora tienen precisada reubicar allí La Ronda del margariteño Francisco Narváez, mientras esperan una propuesta relacionada con los pescadores para colocarla en el área sur.
Desde su punto de vista, eso reforzará el concepto cultural de la concha acústica de Porlamar, que se encuentra en una especie de letargo, pero que está seguro que al contar con ese paseo y la visión que acentúe la cultura, tendría una reactivación automática, siempre preservando los valores de la identidad porlamarense, de los cuales forma parte La Ronda.