Ante el inicio de maniobras militares entre Estados Unidos y Trinidad y Tobago cerca de las costas de Venezuela, el dictador Nicolás Maduro intensificó su retórica contra la administración de Donald Trump.
El despliegue del buque de guerra USS Gravely en aguas trinitenses marcó un nuevo episodio de tensión diplomática, mientras el régimen chavista lanzó acusaciones que evocan conspiraciones, ataques “de falsa bandera” y entrega de soberanía caribeña a intereses extranjeros.
“Venezuela denuncia provocación militar de Trinidad y Tobago en coordinación con la CIA para provocar una guerra en el Caribe”, señaló la chavista Delcy Rodríguez en un comunicado en el que insistió en retratar cualquier presencia o ejercicio internacional como una supuesta amenaza existencial.
Aunque no se presentaron detalles ni pruebas independientes sobre estos “falsos positivos”, la dictadura chavista recurrió una vez más a analogías históricas —casos como el Maine, el Golfo de Tonkín o el derrocamiento de gobiernos en Guatemala— con el fin de justificar su narrativa de asedio.
En uno de los pasajes más agresivos del comunicado, Caracas acusa a la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, de entregar la soberanía nacional y transformar el archipiélago en un “portaviones de Estados Unidos”.
Portaviones Gerald Ford al caribe
El Pentágono informó la semana pasado sobre el despliegue en el mar Caribe del portaaviones USS Gerald Ford, el más grande de la flota estadounidense, intensificando la presión militar en la región en medio de la tensión con Venezuela por ataques contra embarcaciones presuntamente cargadas de drogas.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, instruyó el envío del portaaviones y su grupo de ataque al área de responsabilidad del Comando Sur para “desmantelar las organizaciones criminales transnacionales”, según explicó el vocero del Pentágono, Sean Parnell.
Gobierno de Maduro aseguró que capturó a un grupo mercenario
El gobierno de Nicolás Maduro informó este domingo sobre la detención de «un grupo mercenario con información directa» de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), con lo que, aseguró, pudo «determinar que está en curso un ataque de falsa bandera» desde aguas limítrofes con Trinidad y Tobago.
«Venezuela informa que ha capturado a un grupo mercenario con información directa de la agencia de inteligencia estadounidense, CIA, pudiendo determinar que está en curso un ataque de falsa bandera desde aguas limítrofes con Trinidad y Tobago, o desde el propio territorio trinitense o venezolano, que genere un enfrentamiento militar completo contra nuestro país», aseguró en un comunicado compartido por la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez.
En el texto, el Ejecutivo de Nicolás Maduro alertó además de una «peligrosa realización de ‘ejercicios militares’ por parte del gobierno» trinitense «bajo coordinación, financiamiento y control del Comando Sur» de Estados Unidos.
“Esta planificada acción evoca perfectamente las provocaciones del Acorazado Maine y del Golfo de Tonkin, que dio origen a la guerra contra España para apoderarse de Cuba en 1898, y que permitió la autorización del Congreso estadounidense para involucrarse en una guerra eterna contra Vietnam en 1964, respectivamente, de la cual salieron derrotados por el pueblo vietnamita luego de enfrentar destrucciones incalculables y pérdidas humanas lamentables”, agregó.
Acusó a la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, de renunciar a la soberanía de su país “para actuar como colonia militar subordinada a los intereses hegemónicos estadounidenses, convirtiendo su territorio en un portaviones de Estados Unidos contra Venezuela, contra Colombia y contra toda Suramérica”.
“Al plegarse a la agenda militarista de Washington, Persad-Bissessar no solo pretende agredir a Venezuela y quebrar nuestros lazos históricos de hermandad, sino que también viola la Carta de las Naciones Unidas, la proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz aprobada por la CELAC y los principios del CARICOM, que protegen a todos los pueblos del Caribe”, añadió el texto.
Afirmó que dichos ejercicios militares, buscan convertir al Caribe “en un espacio para la violencia letal y el dominio imperial estadounidense”.
“Esta política entreguista y traicionera de los principios constitucionales de Trinidad y Tobago, ha terminado golpeando al propio pueblo tribute de: pescadores inocentes han sido víctimas de ejecuciones extrajudiciales en el mar Caribe, revelando el carácter represivo y criminal del actual gobierno, que dispara contra su propia gente bajo el llamado «que los maten a todos», y celebra que los trinitenses sean ejecutados sumariamente mientras abre las puertas a tropas extranjeras asesinas”.
Finalmente, señaló que el gobierno de Maduro “no acepta amenazas” de Estados Unidos, ni se intimidará ante los ejercicios militares y “gritos de guerra”.
“La Fuerza Armada Nacional Bolivariana permanecerá alerta y movilizada en perfecta unión Popular-Militar-Policial ante esta gravísima provocación. Nuestra República, heredera de Bolívar y Chávez, defenderá siempre su soberanía, su integridad territorial y su derecho a vivir en paz frente a enemigos extranjeros y sus vasallos”, concluyó el comunicado.
Buque de guerra estadounidense USS Gravely en Trinidad y Tobago
Un buque de guerra estadounidense lanzamisiles llegó el domingo a Trinidad y Tobago, un pequeño archipiélago situado frente a Venezuela, mientras el presidente estadounidense Donald Trump intensifica su presión sobre su homólogo venezolano Nicolás Maduro.
El barco era visible el domingo por la mañana frente a la capital, constataron periodistas de la AFP en Puerto España, la capital trinitense.
La llegada del buque de guerra USS Gravely, así como de una unidad de marines, para ejercicios con el ejército de Trinidad y Tobago, había sido anunciada el jueves por el gobierno de este país anglófono de 1,4 millones de habitantes. El destructor permanecerá en Puerto España hasta el jueves.
Washington ha desplegado desde agosto buques de guerra en el Caribe y lleva desde principios de septiembre una campaña de ataques aéreos contra embarcaciones de presuntos narcotraficantes.
Estados Unidos también ha anunciado su intención de enviar al Caribe los portaaviones Gerald R. Ford, el más grande del mundo, un aumento considerable de los medios militares estadounidenses en la región que Maduro denunció el viernes como un intento de «inventar una nueva guerra».
Trump acusa a Maduro de encabezar presuntas redes de tráfico de drogas, algo que Maduro niega categóricamente. Afirma que Washington utiliza el narcotráfico como pretexto para imponer un cambio de régimen y apoderarse de las cuantiosas reservas de petróleo de Venezuela. (EN)











