Un nuevo aumento salarial está en el ambiente desde hace semanas y este sábado el lider del oficialismo, Nicolás Maduro, anunció que emprenderán “nuevas acciones” en materia económica con el objetivo de avanzar en la “protección a la clase obrera y trabajadora del país” a través de la criptomoneda venezolana el Petro.
Recordemos que en primera instancia el salario mínimo de los trabajadores estaría “respaldado” por el denominado petro y representaría un 50% del mismo, sin embargo, en la práctica, esto no se cumplió: Un petro representa 1.199.818.34 Bs mientras que el sueldo mínimo se ubica en apenas 40.000 Bs.
«En los próximos días habrán buenas acciones que voy activar para proteger a los trabajadores en Petros, porque estamos en economía de guerra. Quiero buscar resultados para que los trabajadores del país tengan un mejor nivel de vida, hacia allá vamos con la criptomoneda el Petro y con todos los instrumentos que van surgiendo», expresó Maduro, luego de la firma de acuerdos en diversas áreas con Rusia.
Agregó que la «utilización criminal» del dólar por parte del presidente estadounidense Donald Trump, obligará a las economías del mundo a trazar nuevos caminos financieros que aspiran a ser independientes.
¿Nuevo salario mínimo en 589.000 bolívares?
El petro, un token venezolano presuntamente respaldado en los recursos naturales del país, viene registrando desde hace varias semanas aumentos constantes. Esto no sería alarmante si el sueldo fuera equitativo a cada uno de los incrementos que ha presentado la criptomoneda estatal; que, en teoría, está anclado al salario mínimo de los trabajadores.
La pregunta es, si el petro ha registrado alzas continuas, ¿por qué el aumento de los pagos no ha sido anunciado?
El salario mínimo equivale a medio petro. Lo que quiere decir que, si el petro -al día de hoy- tiene un valor de 1.179.311.57 bolívares, el sueldo debería posicionarse en 589.655,78 Sin embargo, esto no sucede así, pues un venezolano, en la actualidad, devenga 40.000 bolívares, que fue el último aumento aprobado por Nicolás Maduro, con base en el costo del petro, que era de 80.000, para el 1 de mayo.
Para los últimos días de abril, los medios locales informaban sobre el aumento sorpresivo de la criptomoneda. Motivado a esto, los expertos en el tema y economistas proyectaban el aumento salarial para los primeros días de mayo; y así sucedió.
No obstante, entre la crisis y la subida desmedida -y preocupante- del costo del dólar, nadie se ha molestado en verificar la página del petro que, desde principios de agosto, señala cambios constantes en el valor del token venezolano. Lo que quiere decir que el aumento salarial se tuvo que haber hecho desde hace varias semanas.
Para el 6 de agosto, el petro ya se registraba en 718.521,07 bolívares, aumentando 131.000 bolívares desde el pasado 30 de julio.
Luego de 18 días, para el 24 de agosto, se cotizaba en 958.427,27 bolívares. Y, para la mañana de este viernes, el aumento fue de 267.155,75 bolívares.
Si el petro aumenta, todo aumenta
Si tomamos en cuenta la idea base de Nicolás Maduro de que el petro está anclado al salario y que los pasaportes y las prorrogas también; estos últimos deberían incrementar su costo.
Para el pasado 4 de mayo, el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjera (Saime) informó los nuevos costos, tras el anuncio de aumento salarial del líder del oficialismo; quedando, el pasaporte, en 160.000 bolívares, y la prorroga, en 80.000 bolívares. Es decir, dos petros y un petro, respectivamente.
Con el incremento de este viernes, el pasaporte quedaría en 2.451.166,04 bolívares, y la prorroga en 1.225.583,02 bolívares.
La unidad tributaria también se vería afectada
Desde el 31 de mayo de 2019, la ordenanza de impuesto N. 4443-C de la Sumat señaló que las actividades económicas vinculadas al licor, tabaco y juegos de azar con sectores que tienen la obligación de pagar las tasas más altas de impuestos: De cuatro a nueve petros; le siguen los restaurantes y hoteles, con un costo que oscila entre los dos y nueve petros; y, posteriormente, están las actividades bancarias, telecomunicaciones y la industria de madera, cuyas multas -enlazadas con la criptomoneda estatal- van de cinco a 50 unidades.
Dicho esto, la incertidumbre -que siempre integra la ecuación del escenario venezolano- se mantiene, y la pregunta es la misma.
¿El anclaje se está aplicando, o no? (Venepress)
