El fenómeno climático conocido como La Niña ha reaparecido, aunque con una intensidad limitada, según confirmó este jueves la agencia meteorológica estadounidense, quienes anticipa que su impacto será moderado, tanto en el enfriamiento global como en la intensificación de los huracanes en el Atlántico.
La Niña se manifiesta por el descenso de las temperaturas en las aguas superficiales del océano Pacífico ecuatorial, específicamente en su zona central y oriental. Este enfriamiento altera la dinámica atmosférica, modificando la velocidad y dirección de los vientos en las capas superiores, lo que suele traducirse en una mayor actividad ciclónica en el Atlántico en comparación con el Pacífico.
Este fenómeno tiene como contraparte a El Niño, y ambos ejercen una influencia significativa sobre el clima global, alternándose con fases de neutralidad.
Tras un breve episodio de La Niña entre diciembre de 2024 y marzo de 2025, seguido por meses de condiciones neutras, los expertos han detectado señales claras de su retorno. Según la agencia, las condiciones necesarias para su reaparición “surgieron en septiembre, como lo indica la caída de las temperaturas de la superficie del mar (TSM) por debajo de la media en el centro y el este del océano Pacífico ecuatorial”.
Aunque se espera que La Niña se mantenga durante el invierno boreal, los meteorólogos advierten que existe una baja probabilidad de que “provoque los efectos invernales habituales”.
Cabe recordar que entre 2020 y 2023 se vivió un episodio excepcionalmente prolongado de La Niña, conocido como “triple dip”, el primero de su tipo en el siglo XXI y el tercero desde 1950. Durante ese periodo, se intensificaron fenómenos extremos como sequías e inundaciones en distintas regiones del planeta. (EN)
