Maduro inauguró el miércoles la Expo Metal 2024 en el club Caronoco de la empresa Ferrominera del Orinoco en el Bolívar, persiguiendo esencialmente captar inversiones nacionales y extranjeras para el sector metalúrgico y las empresas básicas, cosa que en papel suena bien, pero que no resulta fácil por el estado de deterioro grave en que se encuentran casi todas las empresas de la zona. Tiene mucho que ver con mostrar en vitrina la zona, quizá para los inversionistas indios que ya están en conversaciones con el gobierno.
La expo metal arrancó el miércoles con bombos y platillos con más de 300 empresas participando en el evento que culminará el próximo sábado. En medio de ella se espera celebrar ruedas de negocios, presentaciones y talleres, con el fin declarado de impulsar la producción y las potencialidades de las industrias básicas nacionales, según la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez. El miércoles la actividad fue para los invitados y participantes directos y los que venían de fuera, prácticamente no se dejó entrar a nadie de la ciudad a la actividad. El jueves se abrió a todos, esto entre comillas, pues se estableció un retén de registro que retrasó notablemente el ingreso de los asistentes a la actividad que tuvo mucho de mostrar lo que hay con un gran lobby para las básicas, que se sabe están en muy bajo nivel productivo.
Por supuesto muchas empresas y prestadores de servicios regionales se hicieron presentes y mostraron sus ofertas que le dieron colorido a la Expo Metal, que realmente por si sola posiblemente no habría tenido ese brillo.
Captar inversiones
Esta Expo Metal indudablemente que tiene por finalidad la captación de inversiones tanto nacionales como internacionales. Por lo que buena parte de los invitados fueron convocados por sus posibilidades de invertir en alguno de los sectores de empresas básicas, lo que por supuesto incluía un grupo de empresarios brasileños y algunos internacionales.
Naturalmente el sector empresarial venezolano, vinculado al gobierno y con acuerdos o negociaciones en otros campos, tambíén estuvo allí, así como el sector Guayanés, los esperanzados industriales del sector metalmecánico que esperan al fín se dé un arranque para su muy deprimido sector, así como lo s comerciales y empresarios locales que a pesar de todo siguen apostando por una reactivación de la economía regional.
Las palabras de Maduro pintan todo bonito
Por su parte, Nicolás Maduro aseguró que el país ha tomado su propio camino y modelo de diversificación de «toda la maquinaria productiva», con el propósito de «satisfacer las necesidades económicas internas, desarrollar la vocación exportadora y generar riqueza».
«Bienvenidas todas las inversiones nacionales, internacionales, para hacer alianzas productivas», expresó el jefe de Estado, quien autorizó la explotación de una mina de bauxita ubicada en Bolívar a la estatal Bauxilum. El mandatario reiteró que, según sus previsiones, la economía venezolana crecerá, al menos, 8% este año respecto a 2023, cuando el producto interno bruto (PIB) nacional se incrementó en 5,5%, de acuerdo con las cifras oficiales.
Realidad contradictoria
Cosa que sonó bien, pero para quienes viven en Guayana, que han observado el deterioro continuo de las empresas básicas que en los últimos 25 años se han reducido a un tercio o menos de su capacidad productiva; que han podido sufrir en carne propia como gran parte del mayor parque metalmecánico del país, que prestaba sus servicios a las básicas, han cerrado sus puertas o están reducidos al mínimo, pues la evidencia es una realidad que contradice lo que pregona el gobierno y pretende mostrar el evento.
Sin duda el brillo, boato e intención que se percibió en la Expo Metal es un asomo de esperanza para el sector empresarial guayanés, que se hizo presente en el evento, esperando que al fin signifique un relanzamiento de Guayana, pues si hay un cosa cierta es que la potencialidad y posibilidades de la región son realmente enormes, y prácticamente cualquier plan de recuperación de Venezuela debe incluir a Guayana.
Pero antes de cerrar el evento lo único que se puede esperar es que sea realmente un reencuadre que permita impulsar el desarrollo de la región, cosa que en los últimos 25 años no ha pasado, pues simplemente todo ha retrocedido en las empresas básicas y el sector empresarial, comercial e industrial. (Redacción)
