Una filtración reveló el funcionamiento interno del Siscom, la red secreta de propaganda digital que usa el Ministerio de Comunicación e Información de Venezuela para coordinar y ejecutar la ofensiva comunicacional del gobierno de Nicolás Maduro. Así lo publicó la organización Cazadores de Fake News, que detalló cómo opera el chavismo para intentar manipular la opinión pública.
Esta estructura, que opera a través de casi 600 grupos de mensajería y moviliza a miles de empleados públicos, militantes del PSUV y comunicadores afines, permite distribuir instrucciones, contenidos y campañas de propaganda de forma centralizada y sin espacio para el debate.
Coordinación digital y manipulación de tendencias
El Siscom se convirtió en la columna vertebral de la estrategia digital oficialista. Desde marzo de 2024, la aplicación -disponible en tiendas digitales y con más de 10.000 descargas- ha servido al ministerio para emitir órdenes directas con el fin de amplificar narrativas, responder a coyunturas políticas y moldear las conversaciones en redes sociales.
La filtración, que supera los 9 gigabytes, incluye mensajes, notas de voz, manuales e instrucciones internas enviadas hasta mayo de 2025.
Uno de los episodios más reveladores ocurrió en julio de 2024, cuando una encuesta publicada en la red X por el medio La Patilla mostraba ventaja para el candidato opositor Edmundo González Urrutia.
De inmediato, altos funcionarios del ministerio, como el viceministro Johannyl Rodríguez, enviaron instrucciones a cientos de grupos para votar masivamente por Maduro y revertir el resultado.
La encuesta fue finalmente eliminada por el medio tras detectar participación inauténtica.
Estructura y funcionamiento de la red secreta de propaganda de Maduro
El sistema está conformado por 597 grupos organizados por categorías que incluyen brigadas de propaganda del PSUV, funcionarios de alcaldías, ministerios, gobernaciones, movimientos sociales y empleados de medios estatales.
La mayoría de los mensajes provienen de altos cargos como el ministro Freddy Ñáñez y el viceministro Rodríguez, quienes definen las líneas discursivas y estrategias para campañas específicas.
Las campañas coordinadas van desde ataques a figuras internacionales -como el presidente salvadoreño Nayib Bukele- hasta la manipulación de encuestas digitales y la promoción de etiquetas en redes sociales (#NicoLike, #BukeleSecuestrador, entre otras).
Los operadores humanos, que en ocasiones actúan como bots, reciben instrucciones detalladas sobre cómo interactuar con el contenido. Además, lo amplifican y reciben bonos estatales como compensación por su participación.
Difusión encubierta y manipulación informativa
El gobierno emplea tácticas diseñadas para ocultar la autoría estatal de muchas campañas, instruyendo a los operadores para difundir mensajes mediante cuentas anónimas o informales.
También se les prohíbe usar logos oficiales en las movilizaciones, promoviendo así la apariencia de respaldo espontáneo del “pueblo”.
Durante la campaña presidencial de 2024, el Siscom fue herramienta clave para manipular encuestas en línea, amplificar sondeos favorables a Maduro y difundir desinformación. Se incluyeron falsos exit polls el día de la elección. (EN)