María Corina Machado explicó que la estrategia actual de su movimiento se centra en dos debilidades de Nicolás Maduro: la crisis económica y las divisiones internas dentro del aparato represor que sostiene al chavismo.
Durante marzo la moneda nacional registró una de sus peores caídas, mientras las empresas enfrentan dificultades para adquirir mercancía debido a la diferencia entre el dólar oficial y el paralelo. La situación impulsa una mayor inflación.
Al mismo tiempo, reportes en medios de comunicación indican que numerosos oficiales militares, cuya lealtad es vital para Maduro, han abandonado sus filas.
«Lo único que le queda al régimen es la represión con el apoyo de los altos mandos de la policía y el ejército, cuyas estructuras sufren una supervisión, un espionaje y unas amenazas cada vez más intensas que los que sufre la población civil en este momento», aseguró María Corina Machado.
«Creo que tenemos una gran oportunidad ante nosotros, y la veo mucho más cerca hoy que hace un mes», añadió.
Buscan apoyo de EE UU
Machado ofreció la entrevista desde una ubicación secreta. Ha permanecido fuera del ojo público durante la mayor parte de los últimos ocho meses, desde que Maduro se proclamó ganador de las elecciones presidenciales, a pesar de la evidencia que mostraba como vencedor a Edmundo González Urrutia.
Durante ese período, la dirigente opositora ha tratado de incrementar la presión sobre Maduro, aprovechando también el creciente endurecimiento del gobierno estadounidense hacia el mandatario venezolano.
Este año, la administración del presidente Donald Trump revocó la licencia operativa a Chevron Corp. en Venezuela, una medida que podría reducir en un 20% las exportaciones petroleras del país. Esta política representa un giro radical frente a la anterior postura de Joe Biden, quien negoció varias concesiones, incluyendo la autorización a Chevron y la liberación de una figura cercana a Maduro, a cambio del compromiso de elecciones libres en 2024.
Una de estas acciones propuestas por el movimiento es solicitar al gobierno estadounidense que declare formalmente a Maduro líder del Tren de Aragua. A la vez, Machado enfrenta el desafío de mantener unido y movilizado a su grupo de seguidores, además de seguir presentándose como una alternativa real para la población venezolana.