El escenario post pandemia del COVID-19 es una incertidumbre para todo el mundo pero en el caso de Venezuela, es más que todo preocupante, dado que no se han tomado las medidas pertinentes en el entorno de la pandemia, para evitar un peor declive económico y agravamiento a la crisis humanitaria.
En exclusiva para Venepress, especialistas aseguraron en sus proyecciones que el desempleo y la pobreza extrema es lo que vendría luego del confinamiento al buscar la apertura económica, con una inflación que superaría 15.000%, estimada por el Fondo Monetaria Internacional (FMI) para el país en abril.
El director del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO), Manuel Sutherland, sentenció que es bastante complejo especular un futuro porque no se sabe cuándo va a finalizar la pandemia ni la extensión de la cuarentena, pero en caso de seguir, “quizás a partir de julio” se podría comenzar alguna “normalidad”.
“En Venezuela si la pandemia se radicaliza o si tiene un brote o un salto como en otros países va a ser catastrófico”, expuso, añadiendo que en el país, los servicios públicos están devastados.
AYUDA OFICIAL INSUFICIENTE
Acotó que en medida de que el Estado se extiende y sus ayudas son muy pocas y los bonos son muy pequeños basados “en dinero inorgánico” que causa inflación, la cual para abril según la Asamblea Nacional (AN) fue de 80%, y profundiza la situación en los sectores populares.
Sutherland mencionó que la inflación depende de la caída de la producción, la disminución en la oferta de bienes, la caída de la oferta de producción y por la emisión de dinero sin respaldo, que se emite actualmente.
Por ello, y previendo que el chavismo seguriá con la “ampliación de la base monetaria a ese ritmo”, sostiene que continuará el alza en los precios, peor que en abril.
“Esto hace que el sector más pobre este más vulnerable y más sujeta a una situación de pobreza extrema y que además tampoco pueda cumplir la cuarentena, porque tendrían que salir a buscar comida a cualquier lugar”, mantuvo.
Partiendo de la inflación de 80%, el economista Jesús Casique, expresó que este fenómeno no se había registrado desde enero de 2019.
A su juicio, la caída prevista por el FMI es “muy ortodoxa”; así que consideró que se debería cerrar con más de 20%, a pesar de que no es muy fácil determinar una cifra en sí, por lo que habrá que esperar a enero de 2021 para saber “si salimos o no de la hiperinflación”.
“Acabamos de cumplir 29 meses de hiperinflación”, acentuó.
Precisó que hasta que la administración de Nicolás Maduro siga monetizando el déficit fiscal, no se resolverán los problemas
En cuanto al decreto de emergencia económica, indicó que está realmente solo se le permite una prórroga y llevan 25, lo que calificó como una violación al artículo 338 de la constitución.
El economista aclaró que antes de la pandemia ya la economía estaba en declive y lo que es la manufactura y comercios se han visto gravemente afectados.
Con el primero explicó que ha habido una disminución de 64,4% de empresas desde 1998, cuando se contaba con más de 10.000; hasta 2019, que se contabilizaron alrededor de 2.000. Aseveró que han cerrado más de ocho mil empresas.
Desde otra perspectiva, el economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela, Alexis Aponte, manifestó que a diferencia de otros países, el futuro es “dramático”, porque solo sobreviviría 25% del sector industrial, basados en las cifras de 10-15% de empresas paralizadas.
En la parte agropecuaria una disminución de 20%, el manufacturero con la misma condición, y el comercio sería la única que se pudiera mantener por la comprar y reventa de artículos.
No ve la reactivación postpandemia “tan fácil sino bastante reducida”, porque llegará a afectar a los empleos, los comercios serán reducidos, el tema de las aerolíneas que al unirlo con el turismo, este se vuelve más pobre. Asimismo, los eventos de entretenimiento ya no se podrán hacer.
Entre líneas, subrayó que la economía mundial se prevé que caiga entre 10 y 15%, en algunos países más que en otros. Agregó que la restricción de operaciones de intercambio, se verá afectando causando una reducción en las cadenas de suministros y producción.
A su vez, resaltó que la depresión será bastante fuerte, tras otra recesión con una “brutal” inflación.
Con respecto a los venezolanos, señaló que el impacto se verá en el desempleo, principalmente en la clase baja porque son los de trabajo manuales. Por consiguiente, menos consumo, menos demanda de alimentos, de educación y salud por no tener como costearlo que traerá “una problemática social”.
Aponte espera que sus proyecciones se cumplan en lo más mínimo posible, puesto que “es un cóctel peligroso”.
¿CUÁL SERÍA EL MEJOR ESCENARIO PARA EL PAÍS SIN UN CAMBIO POLÍTICO?
Sutherland opinó que un “freno a la caída de producción y una recuperación tibia”, pero sin un cambio político drástico es muy difícil, por todos los problemas y la necesidad de ayuda internacional que los países aliados “no quieren prestar como China y Rusia, fundamentalmente”.
Indicó que es “urgente” un acuerdo o un pacto humanitario que permita a través de varios “microacuerdos” ayudar a la población más vulnerable en la situación actual. Además, compartió que al ver tan difícil que los dos polos políticos lleguen a este punto, insta a un tercero.
Para Casique, un acuerdo o cambio político no será exitoso en estos momentos, más bien, se llegará una situación “muy precaria de la economía”.
Por su parte, Aponte resaltó que no existe un escenario factible, inclusive si se da un mínimo incremento de petróleo, el cual consideró que seguirán bajos, por lo menos, por los próximos 12 meses.
Consideró que se necesita un acuerdo social, porque esto no solo puede resolverlo “un solo gobierno”; tiene que estar involucrado una amplia gama de políticos y sectores.(Venepress)
