por EFE
Cuba, uno de los países garantes del proceso, acogió formalmente el 2 de mayo las negociaciones de paz luego de los dos ciclos previos, realizados en Venezuela (noviembre) y México (marzo)
La delegación negociadora del gobierno de Colombia con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) reiteró este martes el «carácter político» de la guerrilla, interlocutor en las actuales negociaciones de paz en La Habana, Cuba.
La delegación subrayó este punto en un comunicado motivado por el desencuentro entre las dos partes, a raíz de declaraciones del presidente Gustavo Petro, que llevó al ELN a hablar de «crisis» y de una «pausa» en las negociaciones.
«El gobierno colombiano reconoce una vez más al ELN su carácter político de organización armada rebelde», asegura el texto del Alto Comisionado para la Paz, Iván Danilo Rueda, y la delegación de paz del gobierno colombiano.
El comunicado recuerda que el reconocimiento del ELN como entidad política quedó plasmado en «la arquitectura institucional» de la mesa de diálogo, que hasta el momento adoptó nueve acuerdos políticos. Entre ellos destaca el Acuerdo de México del pasado marzo.
El rumbo de las negociaciones de Colombia
También hay una resolución presidencial, la 036, que reconoce que las negociaciones son «de carácter político», indica la nota.
La delegación destacó asimismo los avances logrados en los últimos meses, tiempo en el que construyeron consensos entre los equipos negociadores a un ritmo que no había sido posible previamente. Abogó por seguir avanzando con los asuntos ahora en la agenda en La Habana, especialmente en el del cese al fuego bilateral.
«Con estos acuerdos esperamos producir una inflexión que conduzca a generar hechos y acciones que impliquen una concurrencia de las partes hacia las transformaciones y que le den al país la confianza y la certeza de que llegaremos al fin del conflicto armado», concluyeron.
Economías ilícitas
El ELN declaró el lunes pausar el tercer ciclo de los diálogos de paz con el gobierno colombiano tras la «crisis» que a su juicio generaron las palabras de Petro el viernes en un encuentro con altos cargos de las Fuerzas Armadas.
El presidente puso en duda el liderazgo de los comandantes del ELN y consideró que el principal objetivo de la guerrilla en estos momentos son «las economías ilícitas».
El jefe negociador del ELN, Israel Ramírez, alias Pablo Beltrán, exigió a raíz de esto una aclaración: «Si la mesa está diciendo una cosa y el presidente dice otra, nosotros quedamos en el medio y lo que pedimos es una explicación».
Con esta es la tercera vez que la mesa entra en crisis. El primer bache se sufrió justo después de que el gobierno anunciara el 31 de diciembre un cese el fuego bilateral que no había sido pactado en la mesa de negociaciones y que el ELN no tardó en desmentir.
El segundo encontronazo se produjo a raíz del atentado de marzo en el que la guerrilla mató a 10 militares en una emboscada en el municipio de El Carmen, en el departamento Norte de Santander, contra soldados del Batallón Especial Energético y Vial No. 10.
Cuba, uno de los países garantes del proceso, acogió formalmente el 2 de mayo las negociaciones de paz luego de los dos ciclos previos, realizados en Venezuela (noviembre) y México (marzo).