Sobre el propósito del gobierno de no ir a elecciones y de no respetar derechos o acuerdos:
El gobierno tratará de evadir, retardar o impedir toda elección importante en la cual tenga previsiones ciertas de perder.
Esta afirmación es igual a esta otra: el gobierno promoverá, organizará y hará toda elección en la cual tenga previsiones ciertas de ganar.
Las elecciones se ganan no solo con la intención de voto, sino con los votos efectivamente marcados o depositados y contados.
Previo a eso debe poder participar una pluralidad de opciones en el proceso y contar con igualdad de condiciones y posibilidades para hacer campaña y obtener los votos para ganar.
En síntesis, como el gobierno no tiene respaldo popular y las elecciones son necesarias para legitimarse, los que detentan el gobierno buscarán hacer elecciones arregladas o negarán, retardarán, obstruiran el proceso, o impedirán, amenazarán y dificultarán a sus adversarios hasta lograr APARECER como ganadores.
Asi que el asunto no es tan simple como decir que no harán más elecciones.
Igual pasa con el respeto de derechos o de acuerdos.
De alli el llamado permanente del gobierno a la paz, al respeto de la Constitución. Pura ideología en el sentido de falsificación de la realidad, puro sofisma y ficción. Ese es el terreno de la lucha en el que estamos. Hay muchos ejemplos de la historia politica contemporánea, tanto en Venezuela como en America Latina. El caso de México es secular en todo el siglo XX. En Venezuela durante 35 años de dominio del Pacto de Punto fijo y luego del bipartidismo. En Nicaragua el gobierno de Ortega ilegalizó a su principal adversario. En estos casos se legitimaba por elecciones un poder ya existente en las relaciones politicas, socioeconomica y culturales.
Además de lo anteriosr siempre está la trampa pura y simple a la cual el poder apelará en caso de peligro.
Creo que el gobierno distrae la atención con una sarta de amenazas, chismes y dislates como medidas diversionistas y en el momento que les convenga llamarán a elecciones esperando encontrar desbalanceados a sus opositores tanto a los de la Mud como a cualquier otro mejor intencionado o mas calificación popular para dirigir al país hacia un cambio social real.