Mientras Estados Unidos (EE.UU) evalúa una respuesta ante el envío de gasolina de Irán a Venezuela, los habitantes del país suramericano esperan en largas filas para llenar sus tanques. Sin darle mucha importancia a su lugar de origen.
Ambos países, miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), son rivales de Washington.
Un funcionario del gobierno de Donald Trump, presidente estadounidense, dijo la semana pasada que fue “inoportuno” el envío cinco tanqueros, que todavía van en vía hacia Venezuela.
Franklin Luzardo, quien trabaja en un restaurante y que debido al confinamiento se ha dedicado a hacer las entregas a domicilio, confesó que obtener combustible es necesario, sin importar de dónde venga.
“De dónde sea, no me importa”, aseguró a Reuters.
“Sin gasolina el carro se para y ese es el pan en nuestra mesa”, agregó, mientras hacía cola en una estación de servicio caraqueña.(Venepress)