El Departamento de Defensa de Estados Unidos añadió este jueves a una lista negra a otras cuatro compañías chinas por estar controladas o ser propiedad de los militares.
Por unfobae
Se trata del fabricante de chips SMIC, el gigante petrolero CNOOC, así como de China Construction Technology Co Ltd (CCTC) y de China International Engineering Consulting Corp (CIECC).
Con estas ya son 35 las compañías que el Pentágono bajo las órdenes del presidente saliente, Donald Trump, ha añadido a su lista negra este 2020, entre ellas Huawei, Hikvision o China Telecom.
La lista nace de una ley aprobada en 1999, pero hasta este año estaba vacía y ha sido el Gobierno de Trump el que ha designado a las empresas controladas o propiedad del Ejército Popular de Liberación.
A partir del año que viene, los inversores estadounidenses tendrán prohibido comprar valores de las compañías que formen parte de la lista negra, que hasta ahora no incluía sanciones.
La orden ejecutiva firmada por Trump hace un mes da de margen hasta noviembre de 2021 para deshacerse de las que actualmente se posean.
“La orden del presidente sirve para proteger a los inversores de EE.UU. de ofrecer de manera no intencionada capital que va a reforzar la capacidad del Ejército o los servicios de inteligencia de China, que son empleados habitualmente para atacar a ciudadanos y empresas estadounidenses a través de operaciones informáticas”, afirmó entonces Robert O’Brien, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, en un comunicado.
Las relaciones entre Estados Unidos y China se han deteriorado enormemente durante los cuatro años de mandato de Trump.
Los dos países viven uno de los momentos más bajos desde que establecieron relaciones en 1979, que además de la imposición mutua de aranceles comerciales, ha llevado al cierre, en el verano, del Consulado de EE.UU. en la ciudad de Chengdu, en respuesta a la clausura previa del chino en Houston (Texas).
Asimismo, el Gobierno de Estados Unidos anunció este jueves nuevas sanciones contra Irán. En concreto, impuso medidas contra la empresa iraní Shahid Meisami Group, así como a su director, por su supuesta participación en un programa de desarrollo de armas químicas de Teherán.
“El desarrollo de armas de destrucción masiva es una amenaza a la seguridad de sus vecinos y del mundo”, dijo el secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin, en un comunicado. “Estados Unidos seguirá luchando contra cualquier esfuerzo del régimen de Irán para desarrollar armas químicas que puedan ser usadas por el régimen o grupos aliados para avanzar su maligna agenda”, agregó.
Estados Unidos acusó a la empresa y a su director, Mehran Babri, de estar vinculadas a la Organización Iraní de Innovación e Investigación Defensiva, previamente sancionada.
“Shahid Meisami Group fue designada por ser propiedad o estar controlada por la Organización Iraní de Innovación e Investigación Defensiva, involucrada en actividades que han generado preocupaciones con respecto a las obligaciones de Irán bajo la Convención de Armas Químicas, incluyendo proyectos que incluyeron el testeo y la producción de agentes químicos para ser usados como ‘agentes incapacitantes’. Mehran Babri fue designado por actuar en representación del grupo”, explica el documento.
En consecuencia, el departamento del Tesoro congeló los activos que la entidad puedan tener bajo jurisdicción estadounidense y se prohíbe las transacciones financieras con ciudadanos o empresas del páis.
En una nota paralela, Mike Pompeo, el secretario de Estado estadounidense, había manifestado “su preocupación de que la verdadera intención del régimen respecto a las pruebas y producción de los llamados agentes químicos incapacitantes podría ser su uso tanto para oprimir aún más a los ciudadanos iraníes o para propósitos ofensivos”.
Esta nueva ronda de sanciones se enmarca en la campaña de “máxima presión” lanzada por el presidente saliente estadounidense, Donald Trump, y se anuncian dos meses antes de que sea sucedido por el mandatario electo, el demócrata Joe Biden.