Ayer martes 7 de marzo, el alcalde tito Oviedo dio una muestra de su “elevada calidad humana y vocación de servicio”, al recibir con turbas agresivas del PSUV, decenas de uniformados de todos los cuerpos y hasta tanquetas, a la Asamblea de Ciudadanos que se dirigía al Palacio Municipal a solicitar la derogación del decreto N.º 008/2022, donde se otorga el servicio de aseo urbano a Fospuca y se fijan las tarifas excesivas que tienen en jaque al municipio. En síntesis la cosa terminó en una agresión contra personas – en su mayoría de la tercera edad- que simplemente estaban ejerciendo su derecho ciudadano y a quienes se impidió entregar el documento.
La convocatoria de la Asamblea de Ciudadanos tenía varios días formulada para la casa de la mujer, donde el alcalde y su combo montaron una bailoterapia para impedir que se concentraran allí los miembros de la asamblea que pensaban entregar al mandatario local una comunicación pidiendo la derogación del consabido decreto, con el aval de 10 mil firmas de habitantes de la ciudad. Ante la situación y para evitar una confrontación decidieron retirarse del sitio y caminar por las calles de San Félix para llegar a la alcaldía.
El ING. Pedro Acuña expresó lo cívico de su acción que fue impedida por las turbas del alcalde Oviedo (foto cortesía NP)
En el recorrido, comentó el Ing. Pedro Acuña, uno de los líderes de la actividad, que hablaban con los comerciantes y muchos de ellos cerraron las puertas de sus negocios en señal de protesta y rechazo a la medida del alcalde de otorgar ese contrato con la patente de corso de sus tarifas a Fospuca. Sin embargo al llegar a la plaza se toparon con una concentración de militantes del Psuv, donde abundaban las mujeres, jovencitos adolescentes y hasta algunos trabajadores de Fospuca con uniforme y todo, acompañados por una tropa de policías regionales y municipales y hasta Guardias Nacionales, que tenían acordonada la zona, como si se tratara de un intento de saqueo.
Los oficialistas que enfrentaron agresivamente a la asamblea de ciudadanos (Foto cortesía NP)
Agresiones bajo la mirada cómplice de los cuerpos de seguridad
Los oficialistas nada más al ver a los miembros de la asamblea de ciudadanos comenzaron a gritar consignas de “violencia no” y “agresiones no”; pero paradójicamente fueron ellos, capitaneados por un grupo de mujeres los que se enfrentaron a los ciudadanos, los increparon, insultaron y cerraron el paso, apoyados en silencio por los efectivos uniformados, que con algo de disimulo les brindaron apoyo y respaldo, pero no así protección a los ciudadanos. Naturalmente apoyados y envalentonados, los grupos de choque de Tito Oviedo arremetieron contra la gente, destrozando las pancartas que portaban, y llegando a golpear a varias personas, entre ellas por cierto el padre Carlos Ruiz de la parroquia 11 de abril que terminó en el suelo y aporreado.
Paralelamente una policía sometió a toqueteos abusivos a la Ing. María Álvarez, que también estaba dentro de los organizadores de la actividad, mientras que una diputada oficialista del Cleb pedía que le entregaran el escrito para el alcalde en la plaza, para romperlo allí mismo, y uno de los directivos de la propia alcaldía de Caroní encabezaba a los oficialistas más agresivos, nada más y nada menos que el presidente Instituto Municipal de Transporte, Tránsito y Vialidad del estado Bolívar, José Rosario.
Los periodistas fueron blanco de ataques
La cosa además de las agresiones contra los miembros de la asamblea de ciudadanos, en gran parte gente mayor, se centraron en los medios de comunicación que cubría el evento atacando al corresponsal de televisión Carlos Suniaga y su reportero gráfico, José Medina. Además amenzaron a Suniaga diciéndole que él tenía familia aquí. Igualmente amenazaron e intentaron amedrentar al equipo de Nueva Prensa Digital, a las periodistas Laura Clisánchez y Pableysa Ostos. Mientras que muy cerca de ellos la periodista de la Alcaldía de Caroní se hacía de la vista gorda antes de desaparecer del lugar.
El reportero gráfico José Medina fue jaloneado y maltratado por los oficialistas (foto cortesía NP)
Mientras estas agresiones se daban en la plaza Bolívar, impidiendo la llegada de la asamblea de ciudadanos y su comunicado a las oficinas del Alcalde, que por cierto, según fuentes de la misma alcaldía no estaba en el Palacio. Los uniformados procedieron a detener a los tres transportistas que habían sido contratados para llevar a los miembros de la Asamblea de Ciudadanos hasta San Félix, con la pretensión de pasarlos a la Fiscalía por llevar gente a generar disturbios en la Alcaldía.
Pedro Acuña, del Colegio de Ingenieros, dijo a los medios de comunicación que el documento consignado por la Asamblea tiene más de 10.200 firmas ciudadanos exigiendo la eliminación del mencionado decreto sobre las tarifas de aseo urbano; que según un estudio que realizaron no son aplicables a la realidad de la ciudad. Agregando que el proceso de otorgamiento de la concesión está lleno de zonas oscuras y de una absoluta falta de transparencia, pues desde el mes de noviembre solicitaron al alcalde el acuerdo firmado con Fospuca y hasta la fecha no lo ha entregado.
Los hechos ya ofrecen una respuesta
La asamblea de ciudadanos tiene meses tratando de que se logre primero una aclaratoria y una revisión del contrato con Fospuca, que se impone a la mala desde la municipalidad, obligando a ciudadanos, comerciantes y empresarios a pagar las tarifas más elevadas de América latina en materia de recolección de aseo, además de otra tarifa por el relleno de sanitario, amarrando esta tarifa por el lado residencial a la factura eléctrica con la amenaza de cortar el servicio de luz si no se paga todo; y por el lado comercial al sistema de tributos municipales, que simplemente bloquean acarreando multas y otras acciones a quienes no paguen sin chistar las tarifas leoninas de Fospuca.
El alcalde Oviedo se ha hecho el loco a las peticiones de la gente y simplemente viene aplicando medidas con la municipalidad, mientras que Fospuca por su parte ha aplicado con la diligencia de los tribunales medidas de embargo contra los clientes comerciales que deben tres facturas. Algunas cámaras comerciales y empresariales se han acercado a un grupo de concejales y al mismo alcalde pidiendo rebajas en las tarifas, pero sin ejercer reclamos firmes. Pero a la reclamación general nunca ha respondido el burgomaestre.
Hasta el día de ayer. Las turbas, policías y tanquetas del centro de San Félix ya son una respuesta, una desde el autoritarismo, la imposición y el uso de la fuerza sin razón. Una respuesta al margen de la democracia y de la responsabilidad que un alcalde debe tener con su ciudad. (Gustavo Montaña)
