No es Venezuela un país al que le sobren los espacios para que los jóvenes artistas se den a conocer. Los escritores cuentan con pocos reconocimientos privados como el Premio de Cuento Julio Garmendia o el Concurso Rafael Cadenas. El Festival del Cine Venezolano fue cancelado este año debido a la censura. Tampoco hay lugares suficientes para los nóveles artistas plásticos y, sin embargo, 25 años después, ahí sigue el Salón Jóvenes con FIA, que contra viento y marea se ha mantenido activo salvo las ediciones —del 2020 al 2022— suspendidas por la pandemia del coronavirus.
Que este viernes 26 de septiembre se inaugure en el Centro Cultural UCAB una exposición de 32 artistas jóvenes que trabajan distintos formatos, curada por María Luz Cárdenas y Alberto Asprino, es una muestra de que la creación nunca ha parado en estos años complejos y que el comité organizador del Salón Jóvenes con FIA, conformado por Zoraida Irazábal y Ana Josefina Vicentini, ha sabido reinventarse para encontrar patrocinios y apoyos desde distintos ámbitos, entre los que se incluye la universidad que les ha acogido en las últimas cuatro ediciones.
Hablar del Jóvenes con FIA es hablar de un lugar que todos los años ha reunido lo más destacado del arte venezolano, desde curadores como Ariel Jiménez, Félix Suazo, Lorena González Inneco, Yuri Liscano o Tahía Rivero, hasta los espacios culturales en los que ha estado: Ateneo de Caracas, donde comenzó su historia; Corp Banca, Centro de Arte Los Galpones, el Museo de Arte Contemporáneo del Zulia, la Galería Universitaria Braulio Salazar, en Valencia, y la UCAB. En este cuarto de siglo el concurso ha premiado artistas sobresalientes como Alfredo Sosa, Eduardo Molina, Alexander Apóstol, Juan Araujo, Ángel Marcano, Nayari Castillo, Federico Ovalles, Raymond Romero, Jaime Gili, Flix, Violette Bule, Dianora Pérez, entre muchos más.
Vicentini recordó que cuando comenzó el salón, una iniciativa en el marco de la reconocida Feria Iberoamericana de Arte (FIA), que se realizó de forma ininterrumpida desde 1992 hasta 2014, tras ser suspendida de manera indefinida debido a las circunstancias del país, la Cantv les apoyo comprendiendo la importancia de que los jóvenes artistas tuvieran presencia en la vida pública. “Ha sido importante para ellos participar en el salón y nuestra intención es seguir desarrollándolo: se trata de una plataforma ideal para ellos. Un escalón para que sigan su trabajo”, expresó la galerista.
Irazábal explicó que ambas se sienten motivadas por las mismas razones de los inicios. Ayudar a los jóvenes. Mencionó particularmente la importancia de que tengan un lugar en el cual confrontar su obra con otros colegas, así como exponerla ante curadores, galeristas y público en general. “Muchos de ellos no solo se presentaron con nosotros —que tuvimos por 35 años la galería D’Museo—, sino en muchas galerías, eso es publicidad, es mostrar que ellos existen. Tienen una obra maravillosa y ahora pueden mostrar que han estado en el salón, que tiene una historia, una tradición y un reconocimiento nacional e internacional”, dijo.
El concepto de la 25° edición del Salón Jóvenes con FIA se titula “Línea de tiempo” y propone un recorrido del tiempo desde distintos puntos de vista sintetizados en 12 constelaciones: “Tiempos en Proceso /Umbrales / Ritos de Pasaje”; “Tiempos del Cuerpo /Cuerpos en el Tiempo”; “Tiempo y Memoria”; “Tiempo y Tradiciones”; “Naturaleza y Tiempo”; “Tiempo y Lenguaje”; “Tiempos del Yo ─Afuera-Adentro”; “Tiempo y Reflejo ─el instante”; “Tiempo Social/ La Cultura”; “Tiempos urbanos”; “Tiempos Salvajes” y “Tiempos Cotidianos”.
Dentro de cada una de esas constelaciones fueron distribuidos uno o más de los 32 participantes según sus planteamientos y lo considerado por los curadores. Por ejemplo, Aidyn Vásquez, que presenta en su pieza Concentración un juego de memorias textil en el que el espectador puede relacionarse con sus vivencias y las de la artista, se ubica en el campo “Tiempo y Memoria”. Mientras que José Ramírez Guaigua, que participa con una obra instalativa, titulada Movimiento perpetuo, en la que habla del lenguaje, la hipervigilancia y el poder, se encuentra en el apartado “Tiempo y Lenguaje”.
“El concepto surgió muy naturalmente del hecho de ser el 25° Salón Jóvenes con FIA. Porque marcaba una línea de tiempo, un cuarto de siglo, un período muy dramático en cambios para el país. Un período que también ha tenido cambios en la producción artística: saltos, virtudes, defectos. Fue bonito porque nos dio la idea de manera simultánea: una línea de tiempo para desarrollarla”, dijo María Luz Cárdenas.
El Salón Jóvenes con FIA entregará un primer, segundo y tercer premio, así como una residencia promovida por Boom! Art Community y un reconocimiento a una pieza tecnológica auspiciado por Telefónica Movistar | Abraham Tovar
Cuando se pensó la idea de la “Línea de tiempo” a la curadora se le vino a la mente la obra de Roberto Obregón sobre el tiempo con la montaña. A partir de ahí fueron desarrollando el tema y sus diferentes niveles, y así como se establecieron 12 categorías se decidió que cada artista invitado —además de Obregón están Pedro Tagliafico, Luis Salazar, Blanca Haddad y Dianora Pérez— sea una suerte de puerta de entrada a la obra de los artistas participantes. Con respecto a los formatos, Cárdenas señaló que si bien en el arte contemporáneo se suele tender a las grandes dimensiones o las instalaciones, en este salón se podrán ver pinturas, bordados, cerámicas o tejidos dialogando con propuestas más tecnológicas.
“Las tendencias son como las no tendencias. Cuando el arte tiende a algo es porque cubre todo lo que puede cubrir. Por suerte no hay una sola tendencia. Están representados la escultura, la tradición, la pintura, la tecnología y el arte conceptual. Otro aspecto que incluye esta edición es que uno de los premios del Jóvenes con FIA es la residencia de Boom! Art Community en España y este año invitamos a la ganadora del año pasado, Freisy González”.
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María Luz Cárdenas, curadora | Abraham Tovar
Las búsquedas temáticas parecen apuntar más hacia el interior, son filosóficas o existenciales, salvo algunas excepciones. Cárdenas dijo que no hay un sentimiento generalizado, crítica o protesta a una situación tan terrible como la actual, algo a lo que le da dos lecturas. Por un lado, quieren crear abordando los procesos sin caer dentro de ellos, y en segundo lugar, la curadora cree que hay una especie de voz interna que ha hecho que los artistas disminuyan la producción crítica. “Vas a sus talleres y hay obras tremendas, pero hay una especie de auto censura quizás. Yo hice un trabajo cuando todavía esto no estaba así, publicado por la revista AICA Latinoamérica, sobre la censura en Venezuela y veías que muchos artistas, voces críticas muy rotundas, no estaban presentando. Eso no quiere decir que no estén trabajando. Hay un doble sentimiento. Pero no lo llevan a la expresión pública”.
Las búsquedas entonces, al ser más existenciales, apuntan a aquello que atraviesa a los artistas, lo que los abraza, sin tener que expresarlo de manera panfletaria o crítica.
Para Asprino hacer las veces de curador y museógrafo ha sido una ventaja porque se trata de trasladar la línea conceptual del tiempo al espacio real. Más allá de las orientaciones curatoriales que han tenido, el espacio, subrayó, es fundamental. No solo para resolver la obra del artista, sino que la mirada del público es esencial también, por las particularidades del Centro Cultural UCAB: “Este es un espacio de circulación de muchas actividades y las actividades se complementan con esta parte expositiva. Ahí es donde debemos hacer la magia de seducir al público para que se convierta en espectador, pues seguramente circula por cuestiones funcionales pero no necesariamente viene a ver obras. Tenemos entonces que provocar, seducir, abrazar a ese transeúnte para ganarlo como espectador”.
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Alberto Asprino, curador | Abraham Tovar
El curador consideró que más que exponer al artista es necesario darle respuesta a la obra de arte. Contó que ha conversado mucho con los participantes y se percató de que todavía tenían las obras amarradas; no las sueltan. No es lo mismo, explicó, ver la pieza en la pared del hogar, en una ambiente doméstico, que llevarla a un lugar neutral como una sala sin que pierda su contenido conceptual, vivencial y emocional. “Ha costado mucho que las liberen, pero han entendido que es necesario para que la obra hable por sí misma y no por ellos. Hay que dejar a la obra caminar”.
Los 25 años del Salón Jóvenes con FIA son para el investigador de doble celebración porque es justo la cantidad de tiempo que tiene existiendo su Taller Insitu, que ha llevado a distintas partes del país. Han cambiado en ese período, recordó, las circunstancias sociales, económicas y políticas del país, pero el sentido creativo, subrayó, sigue intacto porque “todo tiempo ha tenido una línea de tiempo y siempre ha identificado la creación y los artistas”.
“Independientemente del resultado de las obras, crear y vivir como un valor existencial es algo que no ha cambiado. Ha cambiado la forma. Me llama la atención en esta propuesta del 25 aniversario que muchos artistas buscaban legitimarse. Pero un espacio para hacerse sentir es lo que ha brindado el Jóvenes con FIA. No para legitimarse, sino para hacerse sentir”, expresó.
Para él, incluso ante la inteligencia artificial prevalecerá la “inteligencia del sentir”. No descarta que siga habiendo alternativas creativas, pero deben convivir con procesos como el tejido, la pintura o la recolección de objetos, que se pueda seguir percibiendo el olor a óleo, la pintura entre los dedos o la costura que quedó abierta por alguna casualidad. “Eso prevalecerá y se siente en el salón. Hay pintura, conexiones con la naturaleza, el paisaje, pero todo de adentro hacia afuera. Quisiera cerrar con una reflexión de Péran Erminy que anoté en una charla hace 21 años: ‘Para entender el sentido del arte, hay que entender primero el sentido de nuestras vidas”.
Un espacio para todos
El Salón Jóvenes con FIA se inaugura en la UCAB este viernes a las 3:00 pm. Se espera que el anuncio de los reconocimientos del primer, segundo y tercer lugar sea la semana que viene. Además se otorgará un premio especial que consiste en una residencia promovida por Boom! Art Community y se entregará un reconocimiento a una pieza tecnológica bajo el auspicio de Telefónica Movistar. La muestra estará abierta hasta el 6 de diciembre.
El Salón Jóvenes con FIA se ha realizado en espacios culturales icónicos como el Ateneo de Caracas o el Maczul | Abraham Tovar
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El padre Dizzi Perales, director general de Cultura de la universidad, dijo que la casa de estudios ha seguido apoyando al Salón Jóvenes con FIA porque sintoniza muy bien con su misión como espacio para la formación, el diálogo, el intercambio, el encuentro y el crecimiento con las comunidades aledañas.
“Las universidades se caracterizan por ser diversas en sus públicos. Hay profesores, estudiantes investigadores y normalmente por la universidad transitan empresarios, diplomáticos, y este salón permite que los jóvenes artistas compartan la obra en la que plasman sus preocupaciones e inquietudes”.
Tal posibilidad de diálogo, dijo, incluye al personal administrativo y los trabajadores de la institución.
También se vincula con la agenda amplia del Centro Cultural que incluye la proyección de películas, obras de teatro, danza o conciertos. “Próximamente tendremos la presentación de la obra de teatro Diálogos de Carmelitas en el marco del Festival Franco – Venezolano en la sala de la universidad, también tenemos una exposición de Ricardo Armas en la sala El Archivo. La agenda cultural es continua y permanente y atiende a la universidad y la comunidad en general”, indicó el sacerdote, y detalló que el año pasado, entre visitas guiadas y personas que asistieron a las inauguraciones, se registraron al menos 9.000 visitantes. (EN)
