La reciente decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de revocar las licencias en Venezuela para la exportación del crudo, ha generado gran revuelo en el sector energético, afectando principalmente a la empresa petrolera estadounidense Chevron, que ahora evalúa las implicaciones de la medida.
La licencia, otorgada por la administración de Joe Biden en noviembre de 2022, había permitido a la compañía aumentar su producción y exportación desde Venezuela.
Con la revocación que entrará en vigor el primero de marzo, Chevron se enfrenta a una situación incierta. A pesar de esto, ha dejado claro que está dispuesta a seguir evaluando las implicaciones de la decisión, según Reuters.
La empresa estadounidense exportaba alrededor de 240.000 barriles diarios de crudo desde sus operaciones en Venezuela, lo que representa más de una cuarta parte de la producción petrolera del país.
La terminación de su licencia significa que ya no podrá movilizar crudo venezolano; y si Pdvsa envía petróleo, las refinerías estadounidenses no podrán comprarlo debido a las sanciones impuestas por Washington.
Aunque otras empresas como Repsol, Eni y Maurel & Prom también tienen acceso al petróleo venezolano bajo autorizaciones estadounidenses, no han hecho comentarios sobre esta situación.
Frente a este escenario, la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, ha señalado que “la terminación de la licencia de Chevron afectará el flujo de ingresos y la estabilidad económica de Venezuela”. (EN)