Carlos Alcaraz se puso este domingo a la altura de los Manolos, Santana y Orantes, y Rafael Nadal. Revalidar el título en el Barcelona Open Banc Sabadell le convirtió en el cuarto tenista español capaz de inscribir su nombre por dos veces en el palmarés del histórico trofeo.
Alcaraz, verdugo de Stefanos Tsitsipas por 6-3 y 6-4, es el undécimo jugador capaz de repetir triunfo en el Godó un año después desde la primera edición en 1953. Y lo ha hecho sin que se le escapara un set. Una derecha que pareció viajar a la velocidad de la luz rindió a Stefanos.
Al griego se le pone cara de perdedor cada vez que entra a una final de un certamen de categoría 500. Ya son 10 las derrotas en otras tantas finales.
La organización, en un guiño al campeón, hizo sonar la canción ‘Eye of the tiger’ de Survivor, que canta en el coche Carlitos y su equipo antes de los partidos para motivarse. «Siempre me acuerdo de las películas de Rocky, de todas las canciones», afirma.
Alcaraz empezó más nervioso que su rival porque aún no sabía lo que es defender con éxito la corona de un torneo. No pudo hacerlo la pasada campaña en Umag (final) ni este año en Río (final) y Miami (semifinales). A la cuarta fue la vencida.
El tenista de El Palmar perdió el sorteo y se vio obligado a sacar de inicio cuando a él lo que le gusta es restar. Jugada psicológica de Tsitsipas, que en el tercer juego se anotó el primer ‘break’ con un revés de su adversario que murió en la red.
Ayudado por una grada entregada al nuevo número uno español, Carlitos recuperó la rotura inmediatamente después. Cinco dejadas imposibles de contrarrestar adornaron su recital en un set que sonó a sentencia.
El ateniense había jugado como nunca y estaba perdiendo como siempre que se mide al español, no en vano había cedido en los tres precedentes.
En la cuarta final del Open 500 barcelonés entre los dos primeros cabezas de serie del cuadro, Alcaraz aceleró hacia la victoria en el quinto asalto de la continuación.
Al pupilo de Juan Carlos Ferrero le da igual la entidad de los rivales porque le gusta medirse a los mejores. Es su decimosexto triunfo ante un ‘top10’ y el cuarto del curso.
Inspirado en España
Al nuevo rey del tenis le sienta especialmente bien jugar en casa. Ha ganado sus últimos 15 partidos entre Barcelona y Madrid. Una luz de esperanza para el Masters 1000 que viene en la tierra de la Caja Mágica y que ha sufrido las sensibles bajas de Nadal, Novak Djokovic y Jannik Sinner.(Marca)
