El ministro de Salud de Brasil, Eduardo Pazuello, afirmó este martes que el país añadirá la vacuna china contra el coronavirus CoronaVac a su programa nacional de inmunización, pese a la disputa política y económica sobre su uso en el gigante sudamericano.
Pazuello anunció que el gobierno federal había llegado a un acuerdo con el estado de Sao Paulo, que está ayudando a testar y producir la vacuna, para comprar 46 millones de dosis con el objetivo de que sean administradas desde enero.
“Está vacuna será la vacuna de Brasil”, además de la que desarrolla la Universidad de Oxford y la empresa farmacéutica AstraZeneca, anunció Pazuello durante una videoconferencia con los 27 gobernadores del país.
“Esta es nuestra gran novedad. Eso reequilibra el proceso” para vacunar con el tiempo a la población contra el covid-19 en el segundo país más afectado por la pandemia, solo por detrás de Estados Unidos.
Desarrollada por la farmacéutica china Sinovac Biotech, la vacuna de CoronaVac se vio atrapada en el centro de una batalla política en Brasil.
El presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro, cuyo gabinete ha vivido tensiones con China, se refirió a ella como la vacuna “de ese otro país” y se resistió a usarla, presionando en su lugar por hacerse con dosis de la de Oxford.
El gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, uno de los mayores rivales políticos de Bolsonaro, empujó sin embargo para que Sinovac y el Instituto Butantan de Brasil firmaran un acuerdo para probar y producir la vacuna en este estado.
Doria ha promocionado personalmente la vacuna como segura y efectiva, dando ruedas de prensa para anunciar los resultados preliminares de los ensayos clínicos.
Bolsonaro y él también chocaron sobre si la vacunación debe ser obligatoria, como le gustaría al gobernador de Sao Paulo.
“La vacuna no será obligatoria, punto“, lanzó Bolsonaro este lunes.
Tanto la vacuna de Sinovac como la de Oxford se encuentran en la etapa final de ensayos clínicos en Brasil, una de las mayores áreas de pruebas debido a sus altas tasas de contagio.
Ambas necesitan todavía la aprobación regulatoria.(AFP)