La vicepresidenta de Uruguay, Beatriz Argimón, defendió este jueves que su país tenga un embajador en Venezuela, pese a que remarcó que allí hubo «un proceso de recrudecimiento en lo que es la dictadura».
Así lo dijo a la prensa durante una visita que hizo a la Rural del Prado, donde se lleva a cabo la Semana Criolla.
«Los vinculos nuestros son con los pueblos, no con los Gobiernos. El vínculo con los Gobiernos se da en otros escenarios», aseguró Argimón, quien contó que el presidente, Luis Lacalle Pou, envió este miércoles al Parlamento una solicitud de venia para quien va a ser el representante de Uruguay en Venezuela.
«Creo, en concordancia con el señor presidente, que si hay un momento en que Uruguay debe tener una representación en Venezuela es ahora», subrayó.
Evocó el pasado
Asimismo, Argimón dijo que su país debe recordar lo que fue la democracia venezolana, sobre todo cuando Uruguay vivía la dictadura cívico-militar (1973-1985).
«Lo que significó el país hermano democrático abriéndole las puertas a compatriotas que se iban exiliados. Ahora nos toca a nosotros pedir por esa democracia que perdieron en Venezuela», enfatizó la vicepresidenta.
Consultada por la decisión de enviar un nuevo embajador para reemplazar a Eber da Rosa, teniendo en cuenta que nadie ocupó dicho cargo durante los primeros años del actual Gobierno uruguayo, Argimón puntualizó que uno de los motivos es el «recrudecimiento de la dictadura».
«Hubo un proceso de recrudecimiento en lo que es la dictadura venezolana, en instancias donde se convoca a una eventual elección. Para que sea una elección como corresponde tiene que haber pluralidad. Quienes formar parte del Gobierno y parte de la oposición deben tener el derecho a presentarse en elecciones libres y democráticas», concluyó.
Una polémica
El pasado 26 de marzo, el canciller de Uruguay, Omar Paganini, aseguró que Venezuela se está consolidando como «una dictadura» y que el proceso electoral de dicho país «se ha desvirtuado por completo».
«Dejaron inscribir a algunos candidatos que evidentemente el régimen venezolano no tiene preocupación de que puedan juntar un caudal de votos», afirmó Paganini, quien recordó que «los que significan un riesgo» no pudieron hacerlo.
«El proceso electoral venezolano claramente se ha desvirtuado por completo y salvo que estas cosas se reviertan no admite una sorpresa pero también indica que Venezuela se consolida como una dictadura que se aleja de cualquier práctica democrática posible», enfatizó.
Montevideo / EFE