El futuro del clima se alzó hacia las estrellas en la noche del martes al miércoles. Desde Kourou, en la Guayana Francesa, el cohete europeo Ariane 6 despegó con éxito en su segundo vuelo comercial para llevar a órbita un satélite de nueva generación.
Este prodigio tecnológico promete una precisión sin precedentes en las previsiones meteorológicas y una comprensión más profunda de nuestro planeta.
Bautizado como MetOp-SG-A1, el satélite de poco más de cuatro toneladas es un verdadero centinela cósmico.
A bordo lleva seis instrumentos de vanguardia. Incluye un avanzado sensor infrarrojo que registrará el pulso de la atmósfera: el vapor de agua, la temperatura de los océanos y los continentes. De la misma forma, 16 variables cruciales para el seguimiento climático.
Según Airbus, su fabricante, este lanzamiento marca el inicio de una “nueva era” de datos vitales para los próximos años.
Ubicado a 800 km de altitud en una órbita sincrónica al sol, el satélite pasará sobre cada punto de la Tierra a la misma hora, una característica que facilitará la comparación de imágenes y la construcción de un registro histórico invaluable.
Este no es solo un lanzamiento, sino un paso firme para Europa en la carrera espacial.
Con este, el tercer despegue de Ariane 6, el continente consolida su lugar como un actor clave en la órbita de los descubrimientos que nos definirán en los años por venir. (AFP)








