Sin pronunciarse sobre el contenido de la declaración, la representación de Venezuela denunció que el asunto se llevó de manera inconsulta al Consejo Permanente, señalando que el pronunciamiento de la OEA “puede perturbar” el diálogo interno en Venezuela.
“Sabemos que existen actores en esta organización que no favorecen el diálogo”, señaló Velásquez.
Pero los países promotores del texto defendieron la legalidad de la convocatoria, señalando además que la OEA tiene una responsabilidad en expresarse sobre la situación venezolana.
“El proyecto fue consultado por todas las partes”, dijo el embajador mexicano, Luis Alfonso del Alba.
El embajador argentino, Juan José Arcuri, calificó de “argumentos falaces” las declaraciones de la delegación venezolana y rechazó las críticas al documento, señalando que se trata de “una nueva mano tendida” de la OEA a Venezuela.
“El Consejo Permanente por una cuestión de principios no puede permanecer silente, inerme”, señaló.
Para el director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, la reunión en la OEA fue un “absurdo drama”.
“Es un absurdo drama en la OEA porque abandona Venezuela la sesión y todo esto a raíz de una resolución tibia y errada que le da más oxígeno a Maduro”, señaló Vivanco, que asistió a la sesión.
“Deberían estar reunidos aquí para condenar las reiteradas y gravitaras violaciones de derechos humanos de Maduro”, añadió.
A continuación el texto completo de la comunicación de Almagro:
Mensaje del Secretario General Almagro sobre Declaración del Consejo Permanente de la OEA en apoyo al diálogo en Venezuela
16 de noviembre de 2016
Como Secretario General de la OEA, quiero transmitir mi saludo a las delegaciones por el esfuerzo negociador que ha concluido con la adopción de la “Declaración de apoyo al diálogo nacional en Venezuela”.
Como hombre de derecho y de principios considero que la via de la negociación y el diálogo constituye la principal herramienta para alcanzar soluciones a los problemas de la región.
En dicho marco, y tal como he expresado reiteradamente, esperamos que la mediación del Vaticano en Venezuela restituya la separación de poderes, los derechos electorales del pueblo y el respeto a la Constitución.
Reitero que resulta imperativa la pronta liberación de todos los presos políticos, la agilización de los procesos electorales anteponiendo el derecho de la gente al voto y la implementación del canal humanitario.
Al confiar en que los demostrados esfuerzos del Consejo Permanente resulten fructíferos en dicho sentido, reitero a la señora Presidenta las consideraciones de mi más alta consideración.