14 Sep, 2016 | Los miembros de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en Nueva Esparta hicieron caso omiso a la citación que les fue entregada durante el día lunes por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), y decidieron comparecer ante el Ministerio Público (MP) para conocer si existía alguna investigación que los involucrará.
A la sede el MP en la avenida 4 de Mayo ingresaron el alcalde de Mariño, Alfredo Díaz, los concejales Pedro Marcano y Gabriel Alarcón, y el dirigente estudiantil de la Universidad de Oriente (UDO), Pedro Morantes, junto con los abogados que los representan, para aclarar la situación.
A su salida, Díaz denunció que el Sebin no tiene potestad para citar a los ciudadanos, por lo que se entrevistaron con la Fiscal Superior del MP con carácter de encargada, quien les aseguró que no existe investigación alguna contra ellos por lo que el alcalde de Mariño, en lo que a él concierne, dio por cerrado el caso.
Para Díaz, como vocero del grupo citado, esta acción del Sebin es una muestra del hostigamiento y represión a las protestas pacíficas que desde la oposición se han organizado con el apoyo de la sociedad civil. “Le decimos al gobierno que no tenga temor a las protestas, que no tema a nuestras voces, que no tenga temor al pueblo, que asuma que es el momento oportuno para decir que es necesaria una reconciliación y unidad, a la que llegaremos con el referendo revocatorio y elecciones en el país. Eso es lo que pide el pueblo venezolano y ese el camino que debemos tener”.
“Creo que debemos engrandecer la democracia con acciones democráticas”, manifestó Díaz, quien recordó que las acciones de protestas programadas por la MUD se mantendrán firmes y mencionó que la actividad dispuesta para el 14 de septiembre fue corrida para este viernes 16, donde entre otros puntos van a hacer presencia en las iglesias y centros religiosos.
Comunicado de la MUD
En un comunicado de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) al pueblo de Nueva Esparta, manifestaron que “este gobierno ya no tiene autoridad, perdió el respeto de la ciudadanía. Su progresiva y odiosa militarización indica que, habiendo perdido legitimidad, solo lo sostiene la fuerza bruta del poder de las armas”.
