La situación alimentaria de Venezuela es crítica. Un déficit en la producción de aproximadamente diez mil toneladas diarias, conjuntamente con un sistema de controles de cambio y de precios están provocando hambre entre los venezolanos. Ese déficit en la producción tiene mucho que ver con la destrucción de las capacidades productivas que ocurrió en el país tras la ola de expropiaciones y confiscaciones de empresas, fincas hatos y haciendas que sucedió en 2003 y especialmente en 2007. Hoy estamos pagando las consecuencias de aquel frenesí demagógico.
No es tarea fácil la que tiene en sus manos el General Vladimir Padrino López, aquella de fungir como un súper ministro, con una responsabilidad que le otorga más poder que el del Vicepresidente Istúriz. Llega a ese cargo el General en medio de un doble deterioro: por una parte la del gobierno de Maduro y por la otra la de la FAN, valorada negativamente por la mayoría de los venezolanos según los estudios de opinión. Me permito hacer unas modestas sugerencias al General Padrino. Su éxito será el del país y su fracaso el todos. En primer lugar, debe aplicar Padrino una cirugía mayor en el Ministerio de Alimentación y proceder a destituir al General Marco Torres para dar una señal clara de profilaxis administrativa en el manejo de las importaciones. En segundo lugar, sería conveniente que investigara los gastos en divisas asociados a las importaciones realizadas por el también General Carlos Osorio, anteriormente ministro de Alimentación, caracterizadas éstas por el sobre-precio, las asignaciones discrecionales y el nepotismo. En tercer lugar, el General Padrino debe propiciar reuniones de trabajo con los productores del sector agro alimentario que verdaderamente están insertos en el sector productivo para conocer de primera mano la real situación de quienes producen los alimentos, cuidándose de aquellos disfrazados de productores que rondan por los organismos públicos en busca del crédito favorecedor y las divisas preferenciales.
Como cuarta sugerencia el General Padrino debería tomarse un tiempo para revisar las historia de los controles de precios y de cambio en Venezuela y si lo prefiere en el mundo, para que encuentre que en todos esos episodios el resultado ha sido escasez y corrupción y que por tanto, una economía descentralizada con miles de productores es mucho más eficiente que otra centralmente planificada como intentó vanamente las experiencias socialistas, todas ellas fracasadas. Finalmente, para bien del país, en esta etapa de turbulencia que hoy vive, es altamente aconsejable que la FAN se mantenga fuera del debate inter partidista y que preserve su rol institucional al servicio de todos los venezolanos porque aquella experiencia de la dictadura de Pérez Jiménez cuando el gobierno se hacía llamar “el gobierno de las Fuerzas Armadas” la desprestigió y sometió, por un tiempo, al desprecio de los venezolanos que la perecieron como un instrumento de la tiranía. Tiene el General Padrino la fuerza interna para hacerlo. Ojalá que pueda.
@JoseAGuerra