La Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia rechazó “sospechosamente” la solicitud de avocamiento formulada por Gloria Pérez y Vanessa Robles, abogadas del excandidato presidencial, Javier Bertucci, quienes solicitaban la nulidad del proceso y su libertad plena, según indica la sentencia N° 158 redactada por el magistrado Maikel Moreno.
Las abogadas denunciaron que a pesar de que el proceso penal contra Bertucci lleva ocho años y 11 meses, el sistema de justicia no ha podido determinar su culpabilidad o inocencia. Además destacó que que el juicio se ha retrasado algunas veces por la ausencia del Ministerio Público, la inasistencia del juez o la no comparecencia de los testigos.
Los magistrados analizaron las denuncias y concluyeron que “se trata de presuntas anomalías que pueden ser remediadas por los tribunales de instancia”. Por esa razón declararon inadmisible la solicitud de avocamiento.
Por otra parte, la Sala instó al Tribunal de Primera Instancia de Juicio del Circuito Judicial Penal de Carabobo, extensión Puerto Cabello, “para que de manera inmediata realice las citaciones pertinentes y utilice todos los mecanismos necesarios que la ley pone a su disposición a fin de que se lleve a cabo, sin más dilaciones, el juicio oral y público en el presente caso”, reseñó Últimas Noticias.plena a Javier Bertucci
Ante la respuesta por parte de la sala plena, el líder social expresó que “aunque me nieguen la libertad plena a mí, yo seguiré pidiéndola para los presos políticos”.
Javier Bertucci está recorriendo diferentes estados de Venezuela, en donde explica a la población su participación en la mesa de negociación nacional, sobre la que ofrecerá un balance en los próximos días.
Una persecución muy cómoda
La medida del TSJ negando el beneficio de Ley a Bertucci ha sido aprovechada por el pastor-político para dedicarse a decir que seguirá abogando por la libertad de los presos políticos y por la implementación de los acuerdos de los mal llamados minoritarios con el régimen, que se lanzó a convalidad públicamente apoyado por sus congregaciones de feligreses en las iglesias Maranatha de Venezuela.
Con esto queda como una suerte de perseguido político que lucha por los demás, un héroe sacrificado, pero la verdad es que tal cosa no ha ocurrido, durante años Bertucci ha estado completamente mudo ante la violación de derechos humanos en Venezuela, ante la corrupción galopante del gobierno, con la que al parecer estuvo muy vinculado durante el gobierno regional del general Acosta Carles, ya que se dedicó a importar alimentos y otros productos para el aparato oficial nacional, por lo cual teminó yendo a juicio y del que salió libre en corto tiempo, aunque todavía no se dé la sentencia.
Desde la presidencia de Chávez Javier Bertucci viene siendo uno de los interlocutores y mediadores que tienden a validar las llamadas mesas de negociación que se han montado por años sin arrojar resultados para el país. Incluso este año fue candidato presidencial para convalidar un proceso electoral írrito desde todo punto de vista. Por todas esas razones es que la supuesta victimización de esta semana lo único que despierta es suspicacia y el mal convecimiento de que se usa la religión y el control que ella otorga sobre muchas personas para el lucro y los fines personales. (Redacción)