El jueves 14 de marzo fue otra de esas fechas que el deporte venezolano no querrá recordar jamás, después de que se conociera sobre el asesinato del jugador de baloncesto profesional Douglas Chiquito.
Chiquito se convirtió, de esta manera, en el tercer atleta nacional que pierde la vida a manos del hampa en el país durante los últimos 100 días, uniéndose a los recordados casos de los beisbolistas Luis Valbuena y José Castillo.
Las primeras versiones desde el lugar de los acontecimientos, los Puertos de Altagracia en el noreste del estado Zulia, indicaron como un presunto robo el motivo del homicidio del jugador de 33 años de edad; sin embargo, al final de la noche, avanzadas las investigaciones, tomó fuerza el móvil de sicariato.
En una publicación de José Andara portal web Noticia al Minuto, se reseña que una fuente ligada al suceso les informó que la forma en la que fue acribillado Chiquito, quien recibió hasta 9 disparos en presencia de su primogénita de apenas 10 de edad, hacen que las autoridades no descarten la posibilidad de que se trate de un crimen por encargo por parte de una mafia que opera en la Costa Oriental del Lago.
El medio local, además, divulgó que el la Dirección de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de la entidad continúa con las investigaciones, mismas en la que la esposa de la víctima ha sido interrogada, y espera esclarecer el trágico incidente en las próximas horas.
Mientras eso sucede, los restos de Douglas Chiquito están siendo velados en una funeraria de la ciudad de Maracaibo y el viernes sean trasladados hasta el Gimnasio Pedro Elías Belisario Aponte, en donde recibirá un sentido homenaje post-mortem por su destacada trayectoria sobre su tabloncillo, así como en el de los restos de los circuitos que componen la Liga Profesional de Baloncesto.
Perfil de un fajador
La muerte de Douglas Chiquito retumbó sentidamente en los corazones del baloncesto. Aunque nunca fue un jugador estelar, su intachable conducta tanto dentro como fuera de las canchas, su disposición y entrega en cada juego, lo llevaron a ser uno de los jugadores secundarios favoritos para los directores técnicos por los que fue dirigido.
A lo largo de su carrera, se acostumbró a cumplir con su papel saltando desde la banca y así conquistó diversos logros colectivos. Un lanzamiento perimetral promedio, altura para ser empleado en diversas posiciones, incluida la de base armador por su gran manejo de la pelota, son algunas de las cualidades que seguramente se extrañarán en la LPB.
Aunque era zuliano de nacimiento, se dio a conocer como profesional con el uniforme de los Guaiqueríes de Margarita. Luego de varios años continuó su desarrollo con los Bucaneros de La Guaira, Marinos de Anzoátegui y Gaiteros del Zulia, esta fue su última organización luego de que defendió sus colores en el torneo 2018. (EN)
