Probablemente el mayor colapso económico fuera de la guerra, es la actualmente conocida como “crisis”del éxodo de Venezuela ha desatado uno de los flujos migratorios más masivos del mundo, con más del 80% de los inmigrantes venezolanos asentados en países de América Latina y el Caribe.
La mayoría es pobre y poco cualificados
La mayoría de los migrantes venezolanos necesitan servicios sociales múltiples. Pero la prestación de servicios sociales es enormemente costosa. Aunque la mayoría de los países brindan al menos servios mínimos estos no son suficientes, donde los inmigrantes representan más del 1.5% de la población total (Ecuador, Chile, Colombia, Trinidad y Tobago y el estado de Roraima en Brasil). Por otro lado algunos gobiernos han tenido que depender de organizaciones internacionales, como Ecuador, o movilizar a militares para colaborar con los operativos de logística y humanitario, en el caso de Brasil.
La bienvenida a los migrantes
En cuanto a las opciones de entrada y residencia al país, para los venezolanos un pasaporte válido es costoso – en ciertos casos imposible – de obtener.
Desde 2017, Venezuela suspendió los nombramientos de pasaportes y las renovaciones por tiempo indefinido debido a la escasez de los materiales.
Reacción pública
Es evidente que el éxodo venezolano ve más seguridad y oportunidades en el extranjero que quedarse bajo un régimen autoritario. No obstante:
► En Argentina, un informe mostró que alrededor del 38% de los encuestados había sido testigo de un comportamiento discriminatorio hacia los venezolanos.
► En brasil, en un informe se incluyó la expulsión forzosa de 1.200 venezolanos de Pacaraima por ciudadanos locales.
► Colombia, también ha reportado casos de violencia, mafia y crímenes en las zonas de concentración de los venezolanos.
► El Instituto Nacional de DDHH en Chile, indicó que el 68% de los chilenos quiere restringir la inmigración; y el 75% pensaba que la cantidad de inmigrantes era excesiva.
No obstante los países con respuesta acogedora hacia los venezolanos fueron Colombia, Argentina, y en menor medida, Ecuador y Brasil.
Un punto relevante, es que la mayoría de los países afectados son sanatorios de la Declaración de Cartagena de 1984 o la Declaración de Brasil de 2014, redactados bajo los auspicios de las Naciones Unidas, el acuerdo compromete a los asignatarios a proporcionar “asistencia a los refugiados, particularmente en las áreas de salud, educación, trabajo y seguridad”.
La política, otro factor
Por un lado, el gran recibimiento que ha hecho Colombia, Trinidad y Tobago ha adoptado ser más severo al deportar a un gran número de solicitantes de asilo. Una de las razones, es que el gobierno mantiene lazos económicos con la industria petrolera venezolana, así como mantiene relaciones con Nicolás Maduro y niega reconocer a los venezolanos como refugiados.
Al final, América Latina está siendo probada por la crisis venezolana. (Venepress)
